No todo va a ser ganar torneos y amasar una fortuna. Nuestro grandísimo Rafael Nadal, al que echamos de menos en el torneo de Wimbledon, se ha comprado una mansión en el Caribe. En concreto, una villa en Santo Domingo, en un complejo residencial muy exclusivo.
Como sabemos, su tremenda humildad, le hace que todavía resida en el domicilio familiar, aunque se pasa casi todo el año viajando. Y, suponemos, que le ha llegado el momento de adquirir una casa, aunque más bien parece un lugar de retiro, para desconectar y pasar vacaciones que para residir habitualmente.
Es una zona de lujo, con playas privadas, campos de golf, aeropuerto y otros lujos al alcance de pocos bolsillos. Pero Rafael Nadal parece que ha querido permitirse un capricho que bien merecido lo tiene. Nos alegramos por él, aunque se le echará de menos por las costas menorquinas.
Vía | Vanitatis
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