Aquí estamos otro martes más trayéndote una de nuestras más longevas y queridas secciones: ¿Qué fue de...? La sección donde volvemos a traer a primera plana a famosos que copaban portadas y revistas (y en este caso discotecas y auditorios de pueblo) hace unos cuantos años. Hoy le toca a un clásico de los ritmos latinos, esos que tanto daño hicieron, de principios de siglo, ni más ni menos que el turolense David Civera.
Pues si, David Civera García nació en la ilustre localidad de Teruel existe en el año 1979 y cuando sólo tenía 17 años cogió el petate y marchó a la capital del reino para participar, imitando a Enrique Iglesias, en un programa noventero llamado "Lluvia de Estrellas". Este programa era como "Tu cara me suena" pero con gente anónima y el titánico, que digo titánico, ¡homérico!
Bertín Osborne de presentador y Alaska y Lauren Postigo en el jurado en vez de los nefastos Manel Fuentes o Ángel Llacer. Ese barbilampiño Civera dando gorgoritos por "Expericienca religiosa" de Enriquito es uno de esos momentos televisivos que uno nunca olvida.
Contra todo pronóstico su carrera despegó a partir de ahí y grabó un par de discos. Pero su gran momento estaba por llegar: en 2001 gana Eurocanción 2001 frente a rivales de la entidad de Frank Bravo (todo un ídolo de las señoras mayores de Andalucía) o Sonia y Selena, esas cantautoras recauchutadas hacedoras de ese himno atemporal que es "Quiero bailar". Yo quiero bailar toda la noche, baila, bailando va, baila, bailando hey. Esta victoria le proporcionó el pase al gran evento musical de la vieja Europa: Eurovisión. Allí interpretó con solvencia y carisma el que es todavía uno de sus grandes hits, "Dile que la quiero", uno de esos temas con sentimiento, de apretar mucho el puño mientras la cantas.
En ese certamen eurovisivo, celebrado como el de este 2014 en Copenhage, David obtuvo un meritorio sexto puesto, resultado que no ha vuelto a ser igualado por ningún representante patrio desde entonces. Ni Rosa de España siquiera. Este éxito le situó en primera plana y empezaron a sucederse los jitazos como "Que la detengan", con una coreografía que más que una coreografía era una venganza espasmódica y "Rosa y Espinas", dúo con el otro David de moda del momento, David Bisbal. Curiosamente los dos artistas compartían en aquellos momentos además de nombre y movimientos epilépticos sobre el escenario un gusto por esas camisas de vivos colores y efecto arrugado que son posiblemente el mayor atentado estilístico del siglo XXI junto a las gorras puestas en la coronilla de los canis. Y sí, tu también tuviste una. La camisa digo. Bueno, y la gorra, ¿a quién quieres engañar?
Después los gustos musicales fueron cambiado, Civera no se adaptó lo suficientemente rápido al reguetón o el electrolatino y, a pesar de seguir sacando discos regularmente, fue cayendo poco a poco en la indiferencia. Tuvo un repunte con su participación (y victoria, que el bueno de David es un competidor nato) en 2006 en "¡Mira quién Baila!" pero fue un espejismo. El canto de cisne.
Pero tampoco es que el amigo David Civera se pueda quejar, sigue trabajando bastante con sus discos, sus bolos y tal y en su vida personal se casó con su novia de toda la vida y tiene ya dos hijos. Pero ojalá que vuelva a dar un petardazo de los buenos, que últimamente lo de La Canción del Verano en España está de un soso... ¡ya es hora de vuelvan los buenos latineros!
Que la detengan, que es una mentirosa, malvada y peligrosa, yo no la puedo controlar. Poesía pura.
Pd: si queréis saber que tal le va la vida, David Civera es muy activo en su Twitter y sube muchas fotos. Hacedle follow (y ya de paso a nosotros).
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