Mucho se está hablando estos días del aplazamiento de la boda fe Romina Belluscio y Guti. Ellos se están encargando de desmentir que no es por ninguna otra razón más que por motivos familiares, que con eso de que que la familia de la presentadora es de Argentina se tienen que trasladar y que es mejor buscar otra fecha más asequible para todos. Pues bien, a mí todo esto me huele a pescadilla pasada de fecha, lo que viene a ser muy mal...
Vale que siempre he sido muy escéptica con todo lo que ha rodeado a esta relación. No soy de las que se creen este amor para siempre a los quince días de conocerse y me da la sensación de que el calentón de los primeros tiempos de Romina Belluscio y Guti se está pasando a marchas forzadas.
Llamadme bruja, pero sinceramente no creo que estos dos se lleguen a casar porque si tantos preparativos había, si tan cerrado estaba todo que ya vimos, que todo estaba listo para el verano, ahora de buenas a primeras que me digan que es porque no se pueden coger días de vacaciones su familia pues como que no me lo trago. Casi que me suena más a "vamos a darnos más tiempo que igual se nos fue de las manos".
Sea como fuere, sigo pensando que aquí no hay futuro, aunque ojalá me equivoque que tampoco quiero males para nadie, aunque ese alguien sea mi "mechitas favorito". Vamos que mi predicción es que después de verano lo dejan, que lo que va tan rápido se acaba igual de rápido y aquí no hay ni boda ni cristo que lo fundó, o sino tiempo al tiempo.
¿Apostamos?
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