Estas últimas semanas se han hecho un poco cuesta arriba para Paz Padilla. Hace ya quince días que dio positivo por coronavirus y tuvo que confinarse en casa, separada de su hija para evitar el contagio. Y aunque al principio estuvo bien (y así lo mostró en las redes sociales), los días siguientes no fueron tan ligeritos...
Ha sido ella misma la que lo ha confesado en una serie de stories de Instagram. Muy emocionada, ha revelado que, aunque los primeros días "no tenía apenas síntomas", los que vinieron después fueron para atarse bien fuerte el cinturón de seguridad.
"A partir del quinto día empecé con fiebre. Me dolía todo el cuerpo y ya me costaba moverme del sofá", recuerda. Aunque lo peor vendría a partir del octavo día, cuando empezó a "sentir una presión en el pecho". "Me costaba respirar", apunta.
Fue entonces cuando recordó a Jordi Sánchez, su compañero de rodaje de 'La que se avecina' que ya estuvo ingresado durante más de un mes. Él le comentó: "Paz, por favor, a lo más mínimo que tengas ve al hospital".
"Le hice caso", asegura la Padilla. Así que cogió su petate y allá que se fue. "Me hicieron una placa y vieron que tenía niveles muy alterados; algunos problemas de coagulación", explica. "Así que decidieron dejarme ingresada".
Y allí, en la unidad de Covid-19 del hospital Quirón de Pozuelo, es donde estuvo tres días ingresada. "Ha sido un poco difícil porque estás sola, no sabes qué va a pasar, si tu cuerpo va a reaccionar bien o va a empeorar...", recuerda.
Pero Paz es un torito que puede con todo, así que poco a poco fue mejorando y le dieron el alta. Hasta el día de hoy, que está "bien" y "prácticamente recuperada".
"Lo que está claro es que nunca sabes cómo tu cuerpo va a reaccionar ante el Covid. Porque yo soy una persona deportista, no tengo ninguna patología, no tomo medicación, todo lo que como es ecológico... Tengo 51 años, y nunca pensé que fuera a pasar por esto", recalca.
Y finalmente aprovecha para lanzar agradecimientos. Por una parte, a todo el personal sanitario que ha estado con ella, ayudándola y dándole su apoyo. Por otro, por supuesto, a su hija Anna: "Sé que lo ha pasado muy mal. Que aunque se hacía la fuerte como una mujercita, yo sé que en el fondo estaba muy angustiada".