No es que la modelo Marisa Jara haya tenido acercamientos con machos ni nada semejante, no seáis mal pensados. La chica está pasando unos días en Marbella, ya sabéis, sol, calor, pillar moreno, cervecitas a pie de chiringuito, lo propio de la etapa estival. Eso sí, una no se puede despistar un momento porque siempre habrá alguien que te pille en un renuncio.
En la jornada playera, Marisa se muestra cautelosa en un principio, con movimientos imposibles (propios de un contorsionista de 8 brazos) para sujetar y colocarse el bikini, de manera que no queden esas horribles marcas. Pero luego, en el momento juguetón de romper las olas, éstas consiguen hacerla rodar cual rollito empanado, de manera que su micro-bikini queda reducido a la radiografía del silbido, momento en el cual Marisa Jara nos ha dejado una estampa de su pecho al descubierto. Esto no pasaba antes con los bañadores de cuello alto de nuestras abuelas, qué sabias eran. Así que nada, ya sabes nena, o compras más tela o te lo quitas por completo, pero eso de medias tintas, te puede hacer pasar un momento un tanto vergonzoso al saber que tu revolcón y tu exhibicionismo han sido captados por una cámara maliciosa.
Vía | Qué Me Dices