La última semana no ha sido fácil para Raquel Mosquera. Desde que el miércoles pasado se emitiera 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', la mujer ha tenido unos días un poco moviditos.
Tras escuchar las palabras de Rocío Carrasco sobre su padre, Pedro Carrasco —el que fuera también marido de la Mosquera—, ésta última corrió a Instagram para levantar la voz: "No voy a consentir, que nada ni nadie, manche su imagen pública, ya que fue una bellísima persona y un gran señor, en todos los aspectos y sentidos".
El pasado 13 de abril a las 00:10 horas, acudió de urgencias al Hospital Puerta de Hierro de Madrid a causa de un brote psicótico. Su actual marido, Isi, fue el encargado de llevarla. Él mismo también tuvo que ser atendido "como consecuencia de un ataque de ansiedad", explicó María Patiño en 'Sálvame'.
Sin aclarar nada más, el propio Isi ha sido quien ha confirmado a 'Europa Press' que Raquel se encuentra "bien". Por su parte, Javier Álvarez, representante de la Mosquera, ha confirmado a la revista 'Semana': "Está bien, aunque sigue ingresada".
Tal y como informa este mismo medio, no es la primera vez que Raquel Mosquera es ingresada por este motivo, pues padece un trastorno bipolar por el que ha tenido que ser ingresada en más de una ocasión.
En 'Sábado Deluxe' explicó en 2018 cómo se desarrolló la enfermedad: "Fue a raíz de fallecer mi marido, Pedro Carrasco. Por desgracia cogí una depresión muy fuerte y a raíz de ahí fue cuando se desarrolló".
Uno de los episodios más conocidos fue cuando tuvo que ser ingresada en la clínica López Ibor en 2006, cinco años después de la muerte de su marido. En aquel momento las imágenes desde la ventana hablando aparentemente sola fueron más que comentadas.
A pesar del revuelo que se formó, en el polígrafo demostró que en aquel momento estaba hablando con alguien y que le dolió mucho la imagen que se mostró de ella. Diez años después, en 2016, tuvo que ser de nuevo ingresada, también en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro.
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