Está cansado, no pega ojo y nos avisa por si lo vemos con las ojeras puestas todo el día. Parece ser que el bueno de Gael García Bernal no consigue pegar ojo últimamente.¡El pobre!
Es que la paternidad es algo maravilloso, pero se está dando cuenta que tiene algún efecto secundario que ya está descubriendo apenas un mes después del nacimiento de su hijo Lázaro. Son preciosos, una auténtica ricura y para los padres su nene es el más mono del mundo, pero claro, es que lloran y comen, y todo eso que hacen los niños y para lo que necesitan ayuda.
Tal es así que el buen actor nos desubre algo que ni nos imaginábamos, cosa que le agradecemos:
Después de tener un hijo se duerme muy poco
Ánimo Gael, que poco a poco te irás acostumbrando, ya solo quedan los cólicos, los dientes, el sarampión… ya sabes, todo eso que traen los niños además del pan ese de debajo del brazo. Será cuestión de organizarse.
Vía | 20 Minutos
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