Nos vimos tres o cuatro veces por toda la ciudad. Una noche en el bar del Oro me decidi atacar. Tu me dijiste diecinueve no quise desconfiar pero es que ni mucho ni poco no vi de donde agarrar
A los diecinueve ni se acercaba esa madrileña desgarbada que con el pasar de los años se convertiría en la primera española en ser nominada dos veces al Oscar. Quince añitos escasos tenía Penélope Cruz cuando fue elegida entre más de 200 chicas para ser el objeto de las pasiones de Nacho Cano, tanto que eso derivaría en una relación de muchos años, con conversión al Budismo por el medio. Blanco y negro, melenas al viento, morritos y sonrisitas en su primer trabajo, pero ya empezaba a destacar. Maneras apuntaba, desde luego.
Años más tarde, alejados los 80 y los 90 y sin ser ya esa guapa desconocida, sino una estrella triunfante, ella y su hermana Mónica ayudaron a la carrera de su hermano Eduardo apareciendo en un video algo subidito de todo del que ya os habíamos hablado.
Eso sí, hagamos reflexión y veamos cómo ha pasado el tiempo, para bien en este caso, porque no sé, ¿alguien suponía que de esas caras y saltitos en el video saldría tanto? Y ya no digamos con las pintas que llevaba en sus épocas, que vale que las modas eran lo que eran, pero si Ralph Lauren o Carolina Herrera ven a Pe con esas cejas y ese bolso que parece de un Todo a Cien no sé yo si estarían tan contentos con que llevara sus modelitos. ¿Qué opináis vosotros?
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