Este fin de semana ha habido jarana de la buena en Balaguer, un municipio de Lérida que probablemente no hayas escuchado nunca... Pero ay, amiga, ahora sí que está dando que hablar.
¿Y qué ha pasado allí este pasado sábado? Pues que ha estado Miguel Bosé. ¿Y para qué? ¿Para dar un concierto? ¿Para hacer un poquito de turismo? ¿Para irse de retiro a un spa, a ver si así le mejora la voz? Más quisiéramos nosotros...
El señor se nos ha apuntado, ni más ni menos, que a un acto negacionista contra la Covid-19. Vamos, lo que para él es como una verbena de pueblo (disfrutar, disfruta lo mismo). Y esta vez ha ido de la manita de Josep Pàmies. Pàmies es un horticurtor que, por cierto, tiene ya varias sanciones por difundir pseudoterapias. Entre ellas, beber clorito de sodio para estar sanísimo y acabar con todas las enfermedades... Algo así como beberte al día un chupito de lejía conejo.
Qué le pasa a Miguel Bosé?
— Belle (@BelleCiao_1) July 18, 2021
Aparece en el Congreso Negacionista 😵💫 pic.twitter.com/FEYBMQ1DLR
Pero lo que más llama la atención no es el acto en sí —que con Bosé ya estamos curados de espanto—, sino la actitud del cantante. Porque, por una parte, a Miguelito se le veía en su salsa, contentillo, incluso se ríe.
Aunque no todo es alegría. Porque, como comparte el programa 'Socialité' en sus imágenes, hay ocasiones en las que parece que Miguelito "empieza a hablar solo señalando al cielo", "se muestra intranquilo, nervioso" e incluso hay un momento en el que "pierde el equilibro al levantarse a beber agua".
Pero él, cual mesías contra el 5G, sigue repartiendo su discurso: "Manejan el potencial del miedo pero somos muchos y cada vez más. Os puedo asegurar que, como en España, no se vive esta situación en ninguna parte", explica a sus seguidores sobre la pandemia (con una voz de Sabina recién salido de un after, todo hay que decirlo).
"Nos van a hacer la vida imposible un poco más. Hay dos humanidades, una con políticos soberbios y codiciosos que viven en el 3D y nosotros. Estamos en lo cierto. La verdad se dice una vez. La mentira se va repitiendo", continúa explicando a su entregado público.
Por último, acaba hablando sobre la tremenda, tremendísima aberración que supone para él que vacunen contra la Covid-19 a los menores de edad: "Los niños no se tocan", sentencia. Lo mismo que podría decirle a su ex, Nacho Palau.
Y más estallidos de aplausos. Y ovaciones. Y el público en pie que quiere fotografiarse con el señor. Y el señor feliz, exultante; un pelín confuso también. ¿Qué le pasaba? A ver si es que Miguelito se tomó un chupito de clorito de sodio esa misma mañana y le sentó un poquito mal...
Fotos | GTRES