Bueno poproseros, esto no me lo esperaba y más porque, como ya dije, me parece que la portada de este mes de la revista Vanity Fair es simplemente fantástica y una de las más sexys del año según ellos mismos. Sin embargo a una de las protagonistas, a Eugenia Silva no le ha parecido tal, está muy indignada con la publicación y promete ponerse en pie de guerra.
Tal es así que ha mandado una comunicación a los medios para pedir que no se publique esa fotografía de portada porque no era la pactada por las partes. De hecho, Eugenia está tan enfadada que deja muy claro que si se difunde, se emprenderán acciones para reparar los daños y perjuicios que se le puedan causar por ese hecho. El tema es que el lunes Vanity Fair llegó a los quioscos, así que ahora se verán la cara en los juzgados.
Silva dice, simple y llanamente que no le gusta nada la fotografía, que es un desnudo simulado, pero entonces ¿por qué permitió que le hiciesen las fotos? Al parecer se dice que aunque la modelo estuviese desnuda durante la sesión, no debería verse ninguna parte del cuerpo que ella no quisiera. En resumidas cuentas, la discordia viene porque se le ve el pecho izquierdo.
La verdad es que resulta curioso que ahora la modelo, a la que hemos visto otras veces de esta guisa, apele a que esa portada atenta contra de su honor y de su intimidad. Yo la veo estupenda y no entiendo a cuento de qué viene semejante revuelo. Vale no era la elegida, pero ¿no se da cuenta que lo que ha conseguido es crear un caldo de cultivo con el que sólo conseguirá que se vendan muchas más números y que encima de cara al público no es la que mejor parada sale?
Allá ella, no creo que publicidad así le favorezca en absoluto, aunque también reconozco que si no era lo pactado, Vanity Fair deberá responder por inclumiento de contrato. Veremos a ver en qué queda toda esta polémica.
Vía | Terra
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