Que gustazo eso de tener tantas pelas que ya ni se aprovecha una de las mejores partes que tiene cumplir años: que recibes regalos y como tales que son, no tienes que pagar por ellos. Nada, Cristiano Ronaldo ya está a otro nivel porque directamente pasa de que Irina Shayk le regale cosas: prefiere confiar en él mismo y auto-regalarse lo que más le gusta ¿Qué es una corbata? pues se la compra ¿Qué es una guitarra? Allá que va a por ella ¿Qué es un Lamborghini de 350.000 euros? Pues también, por qué no.
Y no solo es que se lo regala y lo disfruta, sino que además coge y nos lo restriega por la cara sin ningún tipo de acritud. Porque este, tras enfrentarse al Getafe, Cristiano Ronaldo salió por la noche a celebrar su 27º cumpleaños y con eso de que no tenemos mucha imaginación para los sitios, optó por el Ramsés, que ahora se ha puesto de moda y toda la gente megahipercool de la ciudad va allí a pedirse las cañas, así que Cristiano Ronaldo, que él pertenece a esa categoría de gente, se llevó a la familia y a Irina Shayk a cenar para celebrarlo por todo lo alto.
Eso sí, antes se aseguró que todo el mundo le viera bajar de su nuevo Lamborghini valorado en 350.000 euros, el cual no dudó en aparcar a las puertas del local. Y lo peor no es eso, lo peor es que aun sabiendo que Cristiano en un obseso de los coches y la velocidad, todavía me sigo asustando al saber que se lo ha comprado a sabiendas de que ya tiene dos Bentley, cuatro Audi, dos Mercedes, un Austin, un Maserati y un Porsche. Vamos, que porque el puede permitírselo pero tiene que írsele la mitad del sueldo en gasolina y aparcamientos.
Foto | Cristiano Ronaldo en Facebook
Vía | Vanitatis
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