Cuánto decir de 'Élite', esa serie que te devoras en un día mientras que los personajes se devoran vivos entre ellos. Una ficción donde los adolescentes de 16 años (en cada pata de sus actores y actrices) se dedican a fornicar, a hacer fiestas multitudinarias en sus chalés de ensueño y donde trafican con droguis cuando tú a esa edad lo máximo a lo que aspirabas era a tener la mansión Playmobil para poder crearte tus propias movidas sin salir de casa, más allá del día de cine con amigos.
Y es que, si fuera por los alumnos del instituto para repetidores ricos de 'Las Encinas', los pasillos de 'El Corte Inglés' allá por el mes de julio (que empieza la campaña de 'La Vuelta Al Cole' cuando ni siquiera ha dado tiempo a comenzar las vacaciones) estarían llenos de preservativos de todos los sabores, lubricantes con efecto frío-calor, desfibriladores (que siempre hay un muerto o intento de ello), vasos rojos desechables para macro-fiestas y bolsitas pequeñas de plástico para meter dinero o sustancias ilegales.
Entre todos los aspectos de ciencia ficción con los que cuenta este bomboncito con el que Netflix se está haciendo de oro (y al que debe Ester Expósito su fama internacional), destaca la inverosimilitud de los cuerpos de los alumnos del insti. ¡Si es que, por tal de no ver gente gorda, no hemos visto ni embarazos!
Parece como si, en vez de la selectividad, lo que realizan los personajes que interpretan Miguel Bernardeau, Georgina Amorós, Manu Ríos o Aron Piper es un casting de modelos para desfilar en la Fashion Week madrileña como prueba de acceso a la universidad. ¿Por qué no hay ni una persona entradita en carnes en el rodaje?¿Hay gordofobia en 'Élite', como diría la gran Anabel Pantoja?
El creador de la serie, Carlos Montero, se ha mojado sobre ello en una entrevista que ha concedido a la revista 'Fotogramas': "Los cuerpos de 'Élite' no son normativos. Son lo contrario. Son cuerpos a los que aspiramos, ya sea para parecernos a ellos o para acostarnos con ellos", comenzaba diciendo en un discurso que no convencería del todo a la gran Emma Thompson.
El genio que ideó esta genial serie "placer culpable" de toda la España jovenzuela ha explicado que del mismo modo que los cuerpos que aparecen en 'Élite' no son los más habituales en nuestra sociedad, tampoco lo es el mundillo en el que se mueven los personajes: "Es una estilización, una idealización. Igual que muestro piscinas y casas de ensueño, muestro también cuerpos de ensueño", ha justificado Montero.
Compara 'Élite' con 'Euphoria'
Carlos ha alegado que ha logrado hacer una serie "sexy" y mostrar unos desnudos potentes, llegándose a comparar con la galardonada serie 'Euphoria', donde Zendaya sale a escena sin pasar por maquillaje ni peluquería: "Yo reivindico la alegría del deseo. No necesito poner a mis personajes al borde del abismo, con una jeringuilla en el brazo, para que enseñen su desnudez. Ya sé que no me darán premios por ello, pero he aprendido a vivir sin ellos divinamente", ha explicado.
Desde aquí le pedimos a Montero que, por favor, se pase un poco por el forro todo lo que acaba de decir como excusa y ponga a gente faraona (vamos, gordita) con la que nos podamos sentir identificados/as en su serie. ¿Es que acaso no hay gente gorda de lo más sexy? ¿No ha visto lo mucho que lo está petando la pantosensualidad? ¿No se ha dado cuenta que nos gusta más el Zac Efron sugar daddy rellenito rollo yogur Danone con tropezones que el esmirriao de 'High school musical'?