Anabel Pantoja no tiene el chichi pa' farolillos. A los 16 años, es probable que la sobrinísima llorase por las esquinas cuando el chico de sus sueños le daba calabazas. Ahora, el cuento ha cambiado por completo. Como diría Shakira, "las mujeres no lloran, las mujeres facturan", y eso es precisamente lo que está haciendo la Pantojita.
No hemos visto una sola lágrima de Anabel después de que Yulen la mandase a paseo, y el motivo solo es uno: se ha propuesto lidiar con el mal trago a través de la positividad."Me jode pero no puedo hacer nada más. Con los 36 años que tengo entenderás que ya no puedo estar llorando por alguien que ha decidido marcharse", decía la propia afectada.
Atrás quedaron las penas y el dramatismo Pantojer. La prima de Kiko Rivera ve la vida desde otro prisma y ni siquiera guarda rencor al hombre que la ha abandonado: "Hemos confiando el uno en el otro, por eso estamos genial y hablando como tal", asegura la Anabel, tal y como recoge Informalia.
Esta noche, lejos de quedarse en el sofá comiendo helado mientas suena Pablo Alborán en la radio, la Pantojita se pintará el morro y lucirá sus mejores galas en los Premios Idolo, organizados por Dulceida. Allí coincidirá con los 'influencers' más reconocidos del panorama nacional, y con toda seguridad, se tomará un par de copichuelas para brindar por su renovada soltería.