No, no es ninguna broma relacionada con el gavilán de Enrique Ponce porque vuelve con su Paloma. Has leído bien: vuelve el culebrón, te lo juro por "las pelotas del marrano". La serie donde casualmente tres hermanos se enamoraban de tres hermanas, cada uno de una y cada una de ese mismo sin crear hecatombes familiares graves (y mira que en la novela había conflictos), ha anunciado tener intención de regresar y 'Fórmula TV' se ha hecho eco de ello.
Ellos lo quieren hacer de verdad, no como los de 'Rebelde' que nos ponen las canciones en 'Spotify' y adiós muy buenas, como si eso fuera suficiente.
La productora que llevó a cabo lo que fue una serie referente, hasta que se tiraron 400 capítulos con algunos personajes raptados en una selva pantanosa, ha hecho llegar a los protagonistas originales una propuesta formal de grabar una nueva temporada.
Esperemos que este trámite haya sido vía teléfono móvil y no por halcón mensajero (como harían antes en el rancho), porque podríamos tardar unos añitos en ver la producción, e incluso hacerlo sin mascarilla, fíjate tú.
Ahora que están de moda los remakes, los reboots y todo lo que empieza por 're' (excepto Remedios Cervantes, esa sigue desahuciada públicamente desde su cagada en 'Atrapa un Millón') es un gran momento para su vuelta, pero... ¿Y si alguno no acepta?
Si no se trata del que daba vida a Juan Reyes, el brutote que se tomaba la vida con demasiada seriedad, siempre pueden enviarle a casa del desertor/a y amenazarle con la muerte colombiana. Algo más que necesario y justificado: necesitamos volver a verles hacer travesuras en el pajar.
Corría el año 2005 cuando el gorro de vaquero, el acento latino y el efecto sepia en nuestros televisores como si les hubieran puesto la media de Sara Montiel nos parecían lo justo y necesario para cumplir nuestras fantasías y acabar cabalgando (a caballo, como ellos). Es que comparad ese sombrero tan sexy con los de los cortijos de aquí, como el que lleva siempre Amador Mohedano o la boina del 'Tío la Vara'... No hay color, como en la ropa de Mario Vaquerizo. El anti-morbo.
Gracias, Antena 3, por todas las siestas que nos jodiste para valorar y disfrutar de esta maravilla audiovisual. También gracias a ti, Netflix, por recuperarla, que ya nos falla la memoria (tenemos una edad). A ti, Divinity, que te jodan por sustituir estas novelas por las turcas: eso no se le hace a un amigo que siempre ha estado ahí, ¿cambiarlo por otros más guays, cools y modernos? ¡Qué mala gente!
Porque quien no conoce 'Pasión de Gavilanes', a cualquier 'Can Yaman' le reza. Precisamente por eso, la idea de la producción es retomar la historia por donde acabó, para satisfacer nuevas necesidades, porque todos los que la veían (y siguen sin estirar la pata) ahora pertenecen al grupo de riesgo de contagio del virus por ser de la tercera edad, así como sus intérpretes, que tendrán que consumir cajas y cajas de 'Dememory' para interiorizar sus guiones.
¡Cuántos niños se hicieron en esos graneros! Bueno, mirad el lado positivo: ya no hay riesgo de embarazo. La menopausia y las pastillitas azules han llegado a la trama para quedarse. Bueno, eso suponiendo que hubiera un giro de guión y quisieran hacer una serie realista, que no creo. Perdería toda su esencia de culebrón.
'Pasión de Gavilanes' planea su regreso con el elenco original https://t.co/YeSWH3dq6R pic.twitter.com/niS0jk0SlS
— FormulaTV (@FormulaTV) October 2, 2020
No os creáis que las tramas de los Jonas Brothers de la Hacienda y las Sweet California de Colombia se alejaban mucho de la realidad que vivimos hoy en día. Hay una similitud que salta a la vista con la actualidad poprosera:
Una pseudo Sofía Vergara (Rosario Montes) cantaba en un bar con tíos babosos por dinero (que se lo metían en el sostén), más o menos lo que sucede ahora con OnlyFans.
Una señora mayor (Doña Gabriela) se liaba con guaperas joven (Franco Reyes), que vienen a ser como los Kiko Matamoros y Marta López Álamo pero con los sexos cambiados y sin ningún tipo de operación estética. Bueno, ellos eran de matar a sangre fría, tampoco distan mucho de lo que le han hecho al colaborador de Telecinco en el rostro.
Y las hermanas se unían para jamás ser vencidas sin dejar un señor malvado y mayor les jorobara la vida (Fernandito), como Las Campos con Bigote. "Que se acabe Edmundo no significa que se acabe el mundo", estas declaraciones podrían ser perfectamente el speech final de un capítulo con música dramática antes del fundido a negro.
Casi lo predijeron todo, excepto lo del covid-19, eso se les escapó. A no ser que lo de liarse todos con todos tuviera algo que ver con el contagio... La verdad que el virus se lo hubiera pasado pipa (Middleton) en esos rodajes...