El drama de Arantxa Sánchez Vicario con la justicia española es la historia interminable. La ex tenista está acusada de un delito de alzamiento de bienes por el que podría entrar en prisión (e incluso compartir celda con Antonio David Flores). Ahora, la ex mujer de Josep Santacana ha presentado un escrito ante el juez para intentar librarse del pijama de rayas y la comida carcelaria. ¡Puag!
Tal y como publica El País, Atantxha Sánchez Vicario ha presentado un informe en el que muestra su arrepentimiento y reconoce haber sido "víctima" de su ex marido, Josep Santacana, a quien señala como autor pricipal del delito. Es decir, Arantxa culpa a su ex de haberse desecho del patrimonio que ella acumuló con el sudor de su frente (y muchas zapatillas desgastadas).
Para comprender el caso debemos remontarnos a 2009, cuando el coronavirus no existía pero los problemas de legales de Arantxa ya estaban aquí. El Supremo condenó a la ex tenista a pagar un multón de 5,2 millones de euros. Hacienda, que son mu' listos, recuperó dicha cantidad gracias a un contraaval suscrito con el Banco de Luxemburgo, que guardaba la fortuna de Arantxa.
Sin embargo, la entidad jamás pudo recuperar el 'money' y decidió querellarse, lo que dio lugar una investigación que ya ha finalizado. La fiscalía concluye que "bajo las consignias" de Josep Santacana, el matrimonio se descapitalizó para evitar soltar la pasta al Banco de Luxemburgo. Eso está feo, no lo vamos a negar.
Ahora, Sánchez Vicario juega su último cartucho para evitar ingresar en prisión. Arantxa trató de "reparar el daño" al pagar 1,8 millones de euros de una cifra que hoy alcanza los 6.170.952 lereles, tal y como informa La Razón. Borja Vives, abogado de la jugadora, pide que se le imponga una condena de siete meses de cárcel y que se decrete la suspensión de la pena.
En conclusión, la ex tenista quiere evitar el trullo a toda costa y no duda en responsabilizar a su ex marido de lo ocurrido. En 2012, dijo ser víctima del expolio económico al que fue sometida por su padres. Ahora, culpa a Santacana de gestionar su patrimonio a su libre albedrío para enriquecerse.