Parecía imposible, pero no, a David Beckham aún le quedaba sitio para tatuarse una palabra más en su cuerpo de jamón serrano, pero esto era algo sabido, no nos coge de sorpresa. Simple, sin demasiados aspavientos, que ya son muchos, sólo el nombre de la niña de sus ojos: Harper.
Si es que ya teníamos claro que está loquito de todo con su nena, que yo no puedo dejar de imaginármelo acunándola y cantándole nanas con esa voz deliciosa que tiene, y controlándole la fiebre, y si le sube dándole Dalsy. Y nosotros encantados, que no hace más que regalarnos imágenes maravillosas, que hasta ganas dan de enmarcarlas y colocarlas entre las de la familia en un marquito de plata. Desde luego todos y cada uno de sus tatuajes que tiene guardan una historia, ya sea de su Victoria, sus niños o sus creencias y David, aunque amenazaba con hacerse uno en sus partes, a la niña de sus ojos le tenía reservado un lugar mucho más público.
Vía | Facebook - David Beckham
Ver 2 comentarios