Bueno… que si hasta ahora estábamos hasta la coronilla de estos dos, el asunto puede ir a mayores de ser cierto lo que se comenta por ahí. Lo de que estos dos se iban a casar, más que un rumor era un deseo de las marujas de barrio en la peluquería cuando no tenían otro tema del que hablar. Ya sabemos que uno de los deportes nacionales por excelencia es el chismorreo (y yo me incluyo, que para eso trabajo donde trabajo) y a todos nos encanta elucubrar sobre los posibles ires y devenires de los famosos, casposos o no casposos (Sara Carbonero es casposa pero porque se te pega al cuello y no hay manera de quitártela).
Y claro, uno que tiene sus fuentes y sus tiempos de relax, ocio y esparcimiento, cuando se pone a charlar de los designios de la vida y sale el nombre de Sara Carbonero pues se pone muy tenso, que ya se sabe que empecé con cariño hacia estos dos pero a este paso les voy a coger más tirria a los Carbonillas que a la propia Amaia Montero (es el top entre los tops de la gente a la que no soporto) y encima sus fuentes le confirman que lo de casarse está a la vuelta de la esquina y además lo saben de buena tinta… pues claro, me echo a temblar cual gelatina.
¿Os acordáis de lo de la fiesta de cumpleaños de Sara Carbonero que Iker le preparó con tanto cariño y amor? Pues bien, como ya os dije en su momento, la Carbonero organizó una fiesta privada en un local de Boadilla del Monte, que es donde viven los tortolitos, y allí estuvieron amigos de la pareja, de la profesión, vecinos… vamos, toda una algarabía padre. Pues bien, según los allí presentes, la cumpleañera dedicó unas palabras a los asistentes para posteriormente cederle el turno a Iker Casillas con un:
Y ahora, os paso a mi futuro marido, que también quiere deciros algo
Os podéis imaginar la cara de los allí presentes, que juntar en una misma frase “futuro marido” y “os quiere decir algo” suena a bomba de relojería se mire por donde se mire. Pero no, parece ser que todo fue una falsa alarma y no hablaron de bodorrio ni de arras ni de arroz. Pero claro, los invitados que curiosos son un rato, se acercaron a preguntarle a Sara sobre a que se refería con lo de futuro marido y ella respondió muy seria:
Todo a su tiempo, todo a su tiempo…
Si esto no huele a boda, me come los tupperwares que os ordeno que vayáis sacando ya porque antes de verano tenemos fiestón por todo lo alto.
Vía | Diario Femenino
Foto | Ford
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