El pobre últimamente no gana para disgustos tenísticamente hablando, aunque en lo personal está teniendo una muy buena racha. Hace nada os contábamos que Roger Federer estaba esperando un hijo con su novia Mirka Vavrinec. Después que daban la sorpresa casándose en Basilea de lo más discretitos como son ellos. Y ahora nos enteramos que lloró en su boda, de puritíta alegría y emoción.
Pues sí, es sensible el muchacho, y no le avergüenza el contarlo. Ya lo habíamos visto llorar, esa vez lágrimas de impotencia ante la derrota, al verse incapaz de superar al ciclón en el que se ha convertido Rafa Nadal, y confesando y aquello "lo estaba matando". Y ahora se le saltaron las lágrimas en su boda, pues vale, que bonito, ¿no? y sobre todo que lo diga, ays, tan sentido que es.
Hubo algunas lágrimas por aquí y otras por allí... Me emocioné mucho, fue precioso saber que ella me quería mucho, yo también la quiero mucho. Además fue un día estupendo, con un cielo y un tiempo perfecto
¿Lo tenemos clarito? Todo perfecto, ays, que llevamos un día de tipos encantadores. Enhorabuena a los premiados, pues.
Vía | ADN
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