Si es que tengo que decirlo: nuestro Rafa Nadal es imparable. Y que conste que no solo lo digo yo, sino que lo dice todo el mundo. Se ha convertido en uno de los deportistas más consagrados del momento y una de la caras más deslumbrantes y punteras dentro del panorama deportivo español, no solo en el mundo del tenis, sino en general, en todo el deporte nacional.
Y hoy lo ha dejado bien claro otra vez en el Master 1000 de Madrid que sigue aquí, dando guerra y que la va a seguir dando durante un buen tiempo. ¿Y cómo lo ha hecho? Pues con un partido intensísimo (yo lo he pasado mal Poproseros) contra otro de los grandes del tenis (aunque a tierra batida, no hay quien gana a nuestro Rafa): Roger Federer, el cual y nunca mejor dicho, ha mordido el polvo una vez más frente a Rafa (porque anda que no hay polvo ni na’ en estas pistas).
Ha sabido imponerse ante él con un espectacular 4-6 y 6-7 en el que, al final, nos ha mantenido con toda la tensión del mundo y expectantes de lo que podía pasar (a mí, a la Reina, a Paulina Rubio, a la Obregón, a Felipe González…), aunque yo, sinceramente, en los último minutos y pese a que tenía los dedos cruzados a más no poder, estaba firmemente convencido de que el título iba a ser suyo y como viene siendo costumbre, no me ha defraudado.
¡Grande Rafa, grande! Enhorabuena no solo por este partido, sino por los que posiblemente todavía te queden por enseñarnos (que ahora va a por el Roland Garros y lo hace invicto) y a nosotros por disfrutarlos, por tu trayectoria profesional y deportiva, que está en auge gracias a su profesionalidad y al sudor de sus esfuerzos (y eso que el chaval tampoco suda mucho…).
¡Enhorabuena Rafa! (y ya de paso a todos los culés, que el Barca ha ganado la liga) que hoy ha sido un día redondo en esto del deporte aquí en España.
Foto | InfoBae
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