Ni método Montessori ni leches. Si lo que quieres es mantener a tus cuatro —CUATRO— criaturitas a raya, lo que necesitas es sacarte el cinturón naranja de Kick Boxing. Verás tú cómo iban a beberse el biberón entero e incluso dejarlo después en el lavavajillas.
Eso es lo que ha hecho Pilar Rubio. Así lo ha anunciado en su Instagram, catalogándolo como "uno de los días más bonitos de mi vida". "Por fin me examiné de cinturón naranja de Kick Boxing y lo conseguí", ha anunciado.
Nos quitamos el sombrero, Pilar. Porque si nosotros suspendíamos hasta Educación Física en el colegio, imagínate presentarnos a un examen de estos. Que le damos una patada al aire y al día siguiente nos tienen que poner una cadera de titanio.
Si estás más perdido sobre el mundo del Kick Boxing que en la sección de pesca del Decathlon, permítenos explicarte. Se trata nada más y nada menos que un deporte que es como un buen sofrito: se mezcla el boxeo con las patadas de kárate y otras artes marciales. Vamos, que lo mismo puedes hacer un gancho que reventar un rabo de toro. Eso sí, qué a gusto te tienes que quedar...
El cinturón naranja es el segundo grado de los seis que tiene, acabando en cinturón negro. Este último, por supuesto, el mejor, que combina con todo. Porque sí, mucha alegría, mucho orgullo, pero a ver qué haces tú ahora con un cinturón naranja, que todo el mundo de Dios sabe que es un color que no combina con nada.
Ahora, eso sí, a ver quién se mete con los niños. Que antes mucho jijí y mucho jajá con ellos, pero ahora viene la Rubio, te levanta la pierna y te hace un jaque mate que ni la de 'Gambito de Dama'. Tendremos que controlarnos a partir de ahora con las bromas...