Porque no es que sean precisamente pequeñas como para ponerlas a todas juntas en una estantería… y encima por si tenía pocas, hace unos cuantos minutos se ha alzado con su sexta ensaladera del Roland Garros one more time. Vamos, que no hay quien le pare en esto del tenis y creo asegurar que las ensaladas no son su plato predilecto, porque de tanto ver el trofeo a uno le tiene que dar empacho de lechuga fijo. Hace un ratejo, Rafa Nadal se alzaba no solo con el trofeo sino además con el record de igualar al mismísimo Bjorn Borg (que se ha convertido en TT, manda narices…) que hasta ahora había sido el único capaz de lograr semejante hazaña. Vamos, que nuestro Nadal rompe esquemas y lo hace con pelotas, como tiene que ser.
Como viene siendo habitual en estos tiempos que corren, Rafa Nadal se ha enfrentado con otro de los grandes de la tierra batida del momento, Roger Federer , aunque no le ha quedado otra que doblegarse ante el manacorí y besar la tierra que el pisa, y eso que mancha bastante así que a ver quien es el guapo que le da uno ahora a Roger. Independientemente de los labios, el partido ha acabado con un 7-5, 7-6(3), 5-7 y 6-1 que nos ha hecho a todos vibrar desde el sofá y nos ha vuelto a reafirmar en lo que ya sabíamos todos: nuestro Nadal es un grande.
Ni siquiera la lluvia ha conseguido doblegarle aunque sí al juego, que ya sabemos que es caprichosa y le da por ponerse a regar las calles parisinas en los momentos más inoportunos por lo que el partido tuvo que ser suspendido en el segundo set y después un parón de 13 minutos, Nadal salió otra vez al ruedo con las pilas puestas y las ganas en la raqueta. Porque otra cosa no pero ganas sabemos que nuestro chiquillo le pone más que las nubes en darle la victoria a Roger Federer.
Desde aquí sólo decirte Rafa que nuestra más sincera enhorabuena y que sigas así por mucho tiempo. Que todo lo que los pepinos consiguen desacreditar a bacteriazos tú lo recuperas a pelotazos, como tiene que ser. Y dos cosillas más voy a decir: Federer, que decirte… que tanto Nadal para al final quedarte en la orilla, simpático. Y al público francés que aprenda a asimilar las derrotas y le dejen de tener tirria a Nadal, que solo le ha faltado al pobre chiquillo pedir perdón en público en el discurso por haber ganado otra vez.
Fotos | Gtres
Vídeo | Youtube
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