Desde Poprosa le aconsejamos a Georgina Rodríguez que se haga con una de las bandejas de ibéricos que tanto le flipan porque traemos un salseo sobre el pasado (poli)amoroso de su churri que puede que haga que roce el ataquito de ansiedad.
Y es que en un tiempo muuuuuy lejano, cuando las mechas rubias decoraban la cabellera de Cristiano Ronaldo y su corazón andaba solo y en busca del amor, quedó prendando ante el porte y poderío de Kimberly Wyatt, integrante de las 'Pussycat Dolls', sobre el escenario de 'X Factor', tal y como aseguran en 'The Sun'.
El nivel de enchochamiento del futbolista fue tan intenso que derramó lágrimas, sudor y pasta gansa hasta obtener el teléfono de la bailarina. ¿Lo consiguió? Sí, pero no le salió barato. Rod Thornley, masajista del portugués en su época en el club de Old Trafford, movió sus hilos para conseguir el selular de la diva a cambio de un suculunto acuerdo: el 50% de descuento en el precio del Porsche Carrera de Ronaldo. No es listo ni ná.
Así lo relato Rod en su intervención en el podcast 'Undr The Cosh': "Estamos en marzo/abril y se va al Real Madrid. Todos sabemos que se va a final de temporada. Así que él me dice mientras está viendo 'X Factor': '¿Quién es esta chica?'. Era Kimberly Wyatt de Pussycat Dolls. Él dice: '¿Puedes darme su número?'", relata el celestino de las celebs.
"Así que me quedó pensando: '¿Y qué me llevo yo de esto? Estoy consiguiendo los números de las chicas de todas partes y no obtengo nada de esto'. Y Ronaldo dijo: '¿Te gusta mi coche?. Tenía un Porsche Carrera descapotable'", explica Thornley, antes de destapar el ofertón de Cris: "Me dijo: 'Cuando me vaya al Real Madrid, te lo vendo a mitad de precio'. Tardé como diez minutos en conseguir su número (...). Efectivamente, llega el final de la temporada y le digo: '¿Recuerdas nuestro trato?'. Le di 30 de los grandes por un coche de 60 de los grandes".
La cosa no quedó ahí porque el masajista supo sacar más tajada del coche deluxe del empresario al revenderlo por su precio original: "Literalmente lo tuve por una noche. Fui a su casa, lo recogí, le hice la transferencia, lo vendí por 60.000 libras al día siguiente y tuve unas vacaciones geniales en las Maldivas ese verano", sentencia un avispado Rod.