Nosotros jamás podríamos ser jugadores de fútbol. Primero, por el esfuerzo físico. Que nosotros subimos a una primera planta por la escalera y ya estamos echando un pulmón y medio por la boca. Segundo, la dieta. Que para un deportista entrar en un McDonald's es como entrar por la puerta del infierno de los carbohidratos... Sobre todo si hablamos de Cristiano Ronaldo.
Porque ese cuerpo no se mantiene solo, que el muchacho tiene menos grasa que la rama de un árbol. Y no solo es deporte, sino también alimentación. Así que, por supuesto, al marcharse al Manchester United, tocó poner sobre la mesa sus condiciones. Y no solo de dinerito, sino también alimenticias... Spoiler: no han sentado bien a todos los jugadores.
Una de las condiciones que ha pedido a las cocinas del equipo es el Bacalhau à Brás, un plato típico portugués con bacalao, huevos y patatas. Pero este no ha sido el que ha causado revuelo. Como comentó una fuente cercana al equipo al periódico 'The Sun', a Cristiano "le encanta el pulpo, pero a la mayoría de los jugadores no le gusta, por mucho que le funcione". Eso sí, la verdad es que dudamos mucho que se lo haga a la gallega, que Ronaldo es capaz de comérselo a palo seco.
"Cristiano está muy centrado en las proteínas, cosas como lonchas de jamón, huevos y aguacates, y los chefs del club están tratando de ayudarle", añaden. A todo esto hay que sumarle que en su dieta no cabe nada de alcohol ni refrescos (todos recordamos el "agua, no Coca-Cola...").
Y espérate, porque Ronaldo ha llegado al equipo para seguir revolucionándolo. ¿Cuál ha sido otro cambio que ha conseguido? Que sus compis ni siquiera se acerquen al postre de los viernes por la noche. ¿Qué vida es esa, Ronaldo? ¡¿Qué vida es esa?! Eso sí, la misma fuente añade que está intentando "conseguir que algunos de sus compañeros sean amantes de la comida portuguesa". Pues con lo buena que está la serradura de postre...