Toñi Moreno últimamente no se puede quejar. Que no es que tenga los mejores trabajos del mundo, porque no los tiene, pero al menos le va dando para pagarse el alquiler y, como mínimo, para darse un lujo y comer un par de días al mes en la Gourmet experience de El Corte Inglés (que nunca hemos estado, pero ya solo con el nombre tiene pinta de que vas a tener que hipotecar tu higadillo por un pan con mantequilla).
Con el fin del verano llega también el fin de 'Viva el verano', la versión benidormeña de 'Viva la vida' en la que la Toñi sustituía a Emma García durante sus vacaciones. Pero claro, Emma ha vuelto y la Moreno ha tenido que abandonar su trono.
Pero no ha llegado a abandonar Mediaset. Y es que se ha ido al pasillo de enfrente, hasta Cuatro, donde este mismo lunes empezó con su nuevo trabajito como colaboradora de 'Cuatro al día', el programa presentado por Joaquín Prat.
Y el martes la Moreno aprovechó para hablar en directo con Axel, un joven que sufrió un ataque homófobo en el metro de Madrid. Le agredieron "al grito de maricón e hijo de puta, me partieron las gafas contra la cara y sufrí varios cortes", contó el muchacho en directo.
"Que nadie se acerque a ayudar lo entiendes, pero encima me preguntaron que qué había hecho para que me pegaran. Yo estaba con el móvil a mi bola", añadió Axel.
Y a Toñi el relato ya le estaba empezando a quemar por dentro. Tanto, que no pudo aguantar más y terminó condenando estas agresiones al colectivo LGTBI+: "Estos casos a mí me afectan personalmente", afirmó.
"Yo tengo derecho a amar a quien me dé la gana, a ir segura por la calle, a que nadie me ataque por mi condición sexual. Yo no le pregunto a nadie por su condición sexual", defendió ante las cámaras.
Porque "amar es maravilloso", y todos tenemos derecho a hacerlo sin miedo. "Quiero vivir en un país donde amar no esté penado", añadió. Y nosotros también queremos, Toñi.