No hace ni un mes que os cotilleamos la terrible situación que les tocó vivir a Justin Bieber y Hailey Baldwin cuando la segunda sufrió un ictus justo cuando se encontraba desayunando con el artista. Fue el pasado 10 de marzo cuando tuvieron lugar los fatídicos hechos pero no ha sido hasta ahora cuando la modelo se ha encontrado fuerte y decidida para narrar lo sucedido. Lo ha hecho desde su cuenta de Instagram y no ha dejado ni el más mínimo detalle en el tintero: "Estábamos hablando y, de repente, sentí una sensación muy extraña que me recorría el brazo desde el hombro hasta la punta de los dedos, y me adormeció toda la mano", ha comenzado a decir Baldwin.
El cantante le preguntó por activa y por pasiva si se encontraba bien y, aunque ella en un principio pudo contestarle, llegó un momento en el que no podía ni hablar si quiera: "Cuando quise responder, no pude hablar (...). El lado derecho de mi cara empezó a caerse. No me salía una frase. Sólo no me salían las palabras" ha expresado la instagrammer. Tal fue el punto que tuvo que ser atendida por un doctor que le midió los signos vitales antes de su traslado al hospital.
"Básicamente, es como tener un mini-ictus" le desvelaron a Hailey tras realizarle varias pruebas. Las causas que provocaron este dramita pudieron ser varias: "Una, que había empezado a tomar píldoras anticonceptivas recientemente. Que nunca debería haber tomado, porque soy alguien que sufre de migrañas de todos modos, y simplemente no había hablado con mi médico sobre esto", ha manifestado la empresaria, haciendo mención a que el fucking coronavirus también pudo intervenir en la situación: "Recientemente había tenido covid y eso fue algo que pensaron que pudo ser un factor que contribuyó".
Por último, la señora esposa de Bieber ha destapado que el viaje exprés que realizó a tierras francesas poco antes de aquel día, pudo haberle jugado una mala pasada: "Lo tercero fue que recientemente había hecho un vuelo muy largo. Había volado a París y de vuelta en muy poco tiempo. Dormí durante todo el vuelo de ida y vuelta, no me levanté ni me moví. Nunca pensé en usar calcetines de compresión. Así que, básicamente, todos los médicos llegaron a la conclusión de que fue la tormenta perfecta que me llevó a tener un pequeño coágulo de sangre", ha sentenciado.