Confieso que llevo varios días intentando escribir esta noticia en la que Sharon Stone es la nueva portada de la revista Vanity Fair. Y es que, con independencia de lo impresionante que está en la portada, en la sesión de fotos y demás, las declaraciones que nos ha dejado han sido de esas de las que no descartamos que haya habido algún que otro suicidio masivo de unicornios... ya veréis ya...
Sharon Stone nos quiere mostrar cómo es una mujer con muchas caras, no sólo esa imagen de sex symbol, vamos, se revela como una montaña rusa, de las que quiere unir a la Sharon de las maqrquesinas, con la real, de las que lo mismos habla de su padre, como de su hijo del que dice...
Tener un hijo es como tener un bolso. Puedes ir a cualquier sitio con él, en cualquier momento, es tranquilo y sencillo. Dos es dulce. ¡Tres, un circo!
Fría, helada, palito de merluza congelada me quedo, poproseros. ¿Y qué le dices? Pues menos mal que no eres como la Beckham y sus tropecientos mil bolsos, que sino lo mismo tenías hasta un equipo de fútbol de niños...
Y luego habla de los toros...
Me gusta la tauromaquia porque a veces tú pillas al toro y otras veces el toro te pilla a ti. Puede ser anticuado, tribal y primario, pero da una lección profundamente conmovedora
Lo dicho #SharonStonedixit, no encuentro debate a semejante despliegue de verborrea y elocuencia, así que os dejo el making of de la sesión que al menos es más entretenida...
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