Llega un punto en el que dar explicaciones cansa. Y si no que se lo cuenten a la presentadora Tania Llasera. En sus redes sociales no se corta a la hora de quitarse filtros y mostrar el paso de los años, las pieles colganderas que se nos quedan a todos... Pues, amiga, qué te vamos a contar. Pues lo que es la vida.
Pero ya ha llegado a un punto en el que, de tanto dar explicaciones, ha acabado un poco hasta el tupé. Y para poner punto en boca a aquellos que no dejan de comentar, ha publicado en su Instagram estas imágenes de diferentes etapas de su vida acompañado de un texto muy aclaratorio.
"Siempre he oscilado en tamaño. Soy así. Y siempre me he visto bien", comienza explicando. A lo que continúa: "Mi peso es debate desde hace años, y lo entiendo, pero me pesa".
"De pequeña jamás le di ni un pensamiento a mi cuerpo más allá de que funciona, y sigo pensando lo mismo, excepto que ahora que soy madre quiero durar mucho para ver a mis hijos crecer", asegura. Qué bonito, por favor. ¡Claro que sí, Tania! No, no estamos llorando, es que se nos ha metido un trozo de Phoskitos en el ojo. ¿Qué? No nos mires así, que nosotros todavía no somos padres.
El mensaje lo acaba dejando claro que "espero que se entienda ya por fin y que no tenga explicarlo mucho más".
Tania decide hacer esta aclaración un día después de subir esta foto a Instagram, en la que enseña a sus seguidores cuál ha sido la consecuencia de perder peso: "Se me cae el cuello".
Y es que la Llasera ha perdido 10 kilos en muy poquito tiempo gracias a un ayuno intermitente (la dieta que nosotros jamás haríamos, que eso de picar entre horas no nos lo quita ni Pepe Rodríguez preparándonos una fabada).
Nosotros, sin duda, nos quedamos con una frase que escribió hace un par de semanas: "Si no estoy sentada en tu casa no sé por qué te interesa mi peso". Se puede decir más alto, pero no más clarinete. Y chimpúm.
