Hay peña que sigue defendiendo que Olga está siendo una gran superviviente desde los Cayos Cochinos para el mundo entero (como dirían los reggaetoneros) y otra que seguirá a tope con el Rociísmo hasta la médula (la auténtica superviviente, a mi parecer, tras demostrar todo lo que ha tenido que aguantar de AntonioDá), eso es así.
No se veía a la sociedad tan polarizada desde el último referéndum sobre la tortilla con o sin cebolla, o quizás desde el encontronazo entre científicos que defendían que el papel de aluminio conservaba mejor que el film versus los negacionistas del brilli brilli del de orillo a favor de las transparencias (como la Pedroche).
Lo que es innegable es que un alto porcentaje del cuerpo de Olga está compuesto por agua y otro alto porcentaje de su concurso se basa en hablar del conflicto familiar (de su no familia de sangre, sí política) que existe entre su marido Antonio David Flores y Rocío Carrasco desde hace más de veinte años, ahora en auge porque todo vuelve, hasta el pantalón de campana.
"Ha sido muy complicado, nos lo ha puesto (Rociíto) muy difícil. Hay un divorcio, separación, tus niños, tus quince días y quince días el padre, punto y final", ha recordado Olga Moreno junto a sus compañeros de la isla, los únicos españoles que se tienen que tragar el temita sin gozar de las actuaciones en directo de los representantes de Eurovisión 2021.
Olga se ha hecho un poco la vístima al recordar este calvario que, según ella, le provocó Rocío Carrasco con su dejadez: "A los niños tenía que cuidarlos para que fueran niños felices, no hay más. Eso es así. Que no me diga que si yo soy madre... ¡Yo no soy madre! Yo soy madre de mi hija Lola y ella de sus dos niños, ya está", decía levantando el dedito cual folclórica cuando un paparazzi se sobrepasa y tiene que decirle eso de '¡No me vais a grabar más!'
Por último, la no mami de Ro y David Flores ha querido dar un consejo a la auténtica madre que los parió, sin acritud ninguna: "Cuídalos como oro en paño, que yo cuidaré también a la mía y te ayudaré a cuidarlos, porque ellos han vivido tanto dolor... Y ahora, ¿la culpa es de él (Antonio David)? Me cago en los m... ¡Vamos!", decía sin acabar la palabra que empieza por 'M' y que seguramente iba a acabar dejándonos muertos a todos.
Mood de Belén Ro cada vez que habla Olga