A nosotros nuestras madres siempre nos han obligado a ducharnos cada día, y más en verano. Como mucho —muchísimo— un día sí, un día no. Y el día que no nos duchábamos ya sentíamos que no nos quería tanto y torcía la nariz, como si oliera a cebolla podrida.
Pero no todas las madres ni todos los padres son así. Como, por ejemplo, Mila Kunis y Ashton Kutcher. Se casaron en 2015 y tienen dos retoños, de seis y cuatro años. Y sobre ellos (y su higiene) habló la parejita en el podcast 'Armchair Expert', del actor Dax Shepard.
Todo empezó con la declaración de Ashton sobre su higiene personal: "Me lavo las axilas y la entrepiernas todos los días, y nada más", explicaba. Vamos, que la ingle le huele a rosas, pero los pies a crema de queso Président. Y más en veranito.
A esto, la Kunis añadió que ella, eso de lavarse con jabón, poquito. Solo algunas partes esenciales. Algo, explicó, que viene de cuando era pequeña: "Yo no tenía agua caliente cuando era niña, así que no me duché mucho de todos modos".
Y, claro, esto se va pasando de generación en generación. "Nunca fui esa madre que bañó a mis recién nacidos", contó Mila. Cosa que el Kutcher apoyó: "Si puedes ver la suciedad en ellos [los retoños], límpielos. De lo contrario, no tiene sentido".
Vamos, que o el niño se cae de cabeza a un charco de barro, o no pisa un plato de ducha en un mes. Algo que secundó en el programa la presentadora Monica Padman, afirmando que, un exceso de jabón y froti-froti, puede acabar con los aceites naturales de nuestro cuerpo.
Pues pon a la familia Kunis-Kutcher a pasear por Sevilla en pleno agosto. Que, con tanto aceite y tanto calor, se podrían freír patatas deluxe en sus ombligos.