En este episodio 9 de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', la Carrasco ha ampliado horizontes (siempre con papeles en la mano, que trae más folios de los que un opositor se lleva a la biblioteca) denunciando públicamente algunos otros que, por mala praxis, la han llevado hacia el disparadero, a ser "la mala madre" de España.
Todo cruel, que es como define Rocío Carrasco a AntonioDá, necesita a su Horacio y su Gaspar (como Cruella de Vil), sus secuaces, y esos son (para la prota de la docuserie) Kiko Matamoros y Gustavo González.
El 27 de julio de 2012 pasará a la historia por ser el día que su hija le provoca un traumatismo craneoencefálico y que la Policía Judicial la llamara a declarar por la denuncia que interpuso contra su madre por "malos tratos habituales".
La omnipresencia de Gustavo González en la vida de Rociíto
Rocío Carrasco, cuando llegó junto a Fidel y a su abogada al cuartel de San Agustín de Guadalix en calidad de acusada, se percató de la presencia de un coche no identificado que, según pudo comprobar un agente de la Guardia Civil (y se ha visto en una secuencia de vídeo), "si no pertenecía a Gustavo González, era de alguien que trabajaba para él en su agencia".
Rociíto (y toda España) tiene clarísimo cómo se enteró Gustavo de que estaba citada a declarar en dicha sede policial tras la denuncia de su hija: por Antonio David Flores. Pero claro, Rocío cree que él dio otra versión en 'Sálvame' por aquel entonces pa' hacerse el chulo y cubrir las espaldas a su colegón:
"Es muy fuerte lo que él dice. Él asegura que es el Guardia Civil quien le dice que el día anterior habían estado allí el padre y la niña denunciándome. Lo que tiene que hacer es ser honesto, él tiene que decir quién le dijo que yo iba a estar ahí y la foto que esperaba hacerme esposada y saliendo de un furgón de la Guardia Civil", ha retado a Gustavo González Rocío Carrasco, que se libró de las esposas gracias a la discreción que la jueza pidió a la Policía Judicial con este caso.
Rocío Carrasco se negó a denunciar en sede policial contra su hija porque eso supondría interponer una denuncia contra ella, algo que nunca ha hecho. Sí lo hizo Fidel Albiac: "contó lo que sabía y lo que vio ese día, no lo vio todo pero quiere poner en antecedentes la actitud y el comportamiento de la niña", ha revelado Rociíto.
Rocío se vio obligada a defenderse de los falsos testimonios de su hija ante el juez un mes después de la brutal paliza que esta le propinó con una nectarina como principal excusa. Y, cómo no, allí estaba el reportero más dicharachero esperándola con toda la solana de un 23 de agosto de 2012:
"Cuando llego al juzgado está Gustavo González a la entrada y a la salida, por eso él sale ahora diciendo que él lo sabía todo, que el fue conocedor de primera mano... Él estaba por quién estaba, él fue cómplice de alguna manera de toda esa situación sin saber la verdad, estoy convencida. Es una marioneta más en toda esta tragedia", ha lanzado la Carrasco contra el cuchufleto de María Lapiedra.
Kiko Matamoros, denunciado por Rocío Carrasco
Rocío ha entrado en materia oscura y hialurónica, es decir, ha sacado a Kiko Matamoros a la palestra al recordar las declaraciones en la que 'La Masa' de AliExpress la acusaba de no haber llevado a su hijo David a las consultas neurológicas que le correspondían por su enfermedad.
"Cuando le tocaba la custodia a Rocío Carrasco, ella ya se había saltado dos veces la consulta. Salí escandalizado y Antonio David me lo confirmó", decía ni corto ni perezoso (eso sí, que siempre se queda dormido en 'Sálvame') Kiko Matamoros, ganándose un burofax con la demanda por injurias y calumnias firmada por Rociíto (seguro que con un beso de carmín junto a la firma).
Gustavo González (que cuando dicen tres veces AntonioDá se aparece cual genio de la lámpara) secundó esta metedura de pata de Kiko Matamoros durante una entrevista en el 'Deluxe' al "padre impío":
"Tu hijo, con unas necesidades especiales, ha tenido una madre que las eludía y que no le llevaba a los especialistas que le tenía que llevar. Eso me parece terrible como madre, perjudica a su hijo", decía el que se debería limitar a hacer fotos y quedarse calladito.
"Qué dos personajes (Kiko y Gustavo). Tienen mucho en común, demasiado diría yo, con Antonio David. Son brazos ejecutores, hablan por su boca y todo lo que dicen es mentira. Tengo un certificado del neurólogo porque esto está en un procedimiento civil, actué en contra de Kiko Matamoros por esto", sentenciaba Rocío Carrasco a colación de la proyección en su cinexín personal de las declaraciones de estos Rómulo y Remo que chupan de la tetilla de A.D. Flores.
Rocío Carrasco tiene claro que todo forma parte de la campaña de desprestigio que ha mantenido ocupado a su exmarido durante toda su vida, lo único que con colaboraciones especiales de otros de su calaña, como pasa ahora con los influencers:
"Se tiene que seguir reforzando la imagen de mala madre por si hay riesgo por un solo segundo de caer un poquito. Que yo tenga esa imagen lo que le reporta a él es beneficio económico. Hay muchos intereses creados", ha manifestado Rocío con una apabullante e injusta resignación.