'Merlí', esa serie que puso de moda entre el resto de españoles las bromas en catalán más allá de los comentarios políticos sobre cierto prófugo de la justicia con un aire a Harry Potter, ha resucitado de entre las ficciones acabadas para sacar a relucir una cuestión de la que no se suele hablar a no ser que esté Broncano por medio: el sueldo de sus actores.
Ha sido durante el Serializados Fest de Santa Eulària del Riu y con David Solans ('Los herederos de la Tierra'), Albert Baró ('Bienvenidos a Edén') e Iñaki Mur, que se han lanzado a hablar de la remuneración de los actores adolescentes de la ficción catalana de Boomerang TV, que apenas les daba para hielos y alcohol de primeras marcas para los botellones que se organizaban después del rodaje.
Los actores que interpretaban a Bruno, Joan y Óliver en la serie que consiguió poner de acuerdo a toda España (todos tendríamos algo con Carlos Cuevas, da igual orientación sexual) han llegado a la conclusión de que 'Merlí' se convierte en éxito por una suma de factores: "Un creador quiso contar su historia y había un grupo de actores que se querían comer el mundo", ha expresado Solans olvidando que, quizás, que Netflix y LaSexta la llevaran más allá de Cataluña (a pesar de su doblaje hecho en 5 minutos) tuvo algo que ver.
No muy bien pagados
Los jovenzuelos que tuvieron el privilegio de interpretar personajes adolescentes más o menos de su edad (y que no contaran con un elenco de casi treinta años para dar vida a los protas de quince) admiten que, a pesar de los "intensos" rodajes y las "experiencias fuertes" que supuso la grabación de las tres temporadas de la serie, la remuneración era una birria: "A mí entonces me parecía mucho, pero en ese momento estábamos tan ilusionados que si me dicen que trabajo a cambio de un bocadillo, me valía", ha garantizado el hijo del profe molón de Filosofía en la serie.
Sin dar muchos detalles, han dado pistas sobre la precariedad laboral del reparto, que compartía esta realidad con los personajes de la serie que venían a ser la versión 'Low Cost', pobretona y de cole público de los de 'Élite' (y con sus dramas reales consecuentes): "Tenía amigos trabajando en chiringuitos que cobraban más", ha sentenciado Solans sobre la cantidad peripatética que recibía a final de mes con alguna frase filosófica como "el dinero no da la felicidad" o alguna cutrez así para justificarla.
Iñaki Mur ha concretado algo más al garantizar que no tenían una paga por capítulo, sino que cobraban "al mes". El actor cree que a día de hoy, y conocedores de la revolución sexual que supuso la serie, estarían montados en el dólar por haber formado parte del elenco original: "Tienes un caché en la primera, pero luego puede funcionar, gustar, gente ganando dinero de esto..., pero luego no había revisión y cobramos lo mismo", ha añadido Albert Baró durante la charla.
David Solans no hace mal en sentirse el Zac Efron (bueno, el Vanessa Hudgens, que ese sería Carlos Cuevas) de este particular 'High School Musical' a la española aunque cero 'High' y menos 'Musical': "Pienso que si hubiéramos hecho 'Merlí' en EEUU, todos tendríamos una mansión", ha garantizado lamentando que ni siquiera las pagas extras que cobraban equiparaba los sueldos con el mínimo que se suele percibir en producciones parecidas.