Es complicado trabajar menos que el cerebro de un tronista, que el estilista de una peli para adultos, que la ducha del set de rodaje de 'Juego de Tronos' (que están todos llenos de mierda siempre), que las cuerdas vocales de Kiko Rivera (viva el autotune) o que la mente creativa de los peliculones de los domingos de Antena 3 (que todos son iguales). Pues Anabel Pantoja cumple con todos los requisitos. Su última etapa en 'Sálvame' ha durado menos que Máximo Huerta en el Ministerio de Cultura y Deporte.
La sobrinísima ha vuelto a sufrir un contratiempo que le impedirá acudir al epicentro del salseo telecinquero para dar la última hora del estado de salud de su padre Bernardo Pantoja y enfrentarse al vigésimo octavo rumor sobre un nuevo amor de su exmarido Omar. El jueves, Anabel tenía que haber viajado a Madrid a cumplir sus labores en el programa de 'La Fábrica de la Tele', pero tuvo que quedarse en Sevilla junto a su madre.
"Ayer me tuve que ir a urgencias porque tengo una faringitis aguda. Tengo unas placas en la garganta increíbles, no puedo apenas hablar y mal cuerpo. Me voy a quedar aquí, porque encima la Merchi se me opera el jueves. Se nos junta todo, estamos como en un hospital. 'Hospital Central' se llamaría mi vida ahora mismo", anunciaba ella misma desde su perfil de Instagram, vestida con un gorro de lana y lamentando esta serie de catastróficas desdichas a las que ha tenido que hacer frente en poco tiempo.
#NOTICIA @AnabelPantoja00 nos cuenta que está en Sevilla cuidando a su padre y que, en breve, su madre también se opera. La colaboradora de @salvameoficial explica que su vida transcurre en un hospital y que ella misma ha tenido que ir s urgencias por unas placas en la garganta pic.twitter.com/Ks7BQ1mDfV
— Sevilla Magazine (@SevillaMagz) March 15, 2022
Si al delicado estado de salud de su padre, su ruptura con Omar y la operación de su madre ("la Merchi") le sumamos esta faringitis aguda, la depresión que ha confirmado Isa Pantoja que padece la Panto (actualmente incomunicada y sin teléfono) y las incendiarias declaraciones de su primo Kiko (también con gota y, ahora, diagnosticado diabetes) ¡Lo complicado es que nuestra Anabel siga siendo un icono de pantosensualidad y no se haya tirado ya a ver películas comiendo helado aprovechando estos días de lluvia!