Entre la interminable lista de creadores de contenido made in Spain el nombre de nuestra adorada Marina Rivers es de los más cotizados. La joven supera los 1,6 millones de seguidores en Instagram y los 6,7 en TikTok. Cifras que se demuestran cuando sube una publicación y se impregna de cientos y cientos de comentarios. Aunque eso sí, no siempre son positivos.
Y es que la instagrammer ha lucido palmito por 'Las uñas', show de Sindy Takanashi, donde ha hablado sin tapujos sobre el infierno que vive en las redes: "Está de moda odiarme", comienza a decir. Episodio que se originó cuando la joven se hizo famosa a los 18 años y que ha ido incrementándose con el tiempo:
"La gente me pega, me escupe y me graba. Me he vuelto tan meme que la gente se piensa que es divertido", relata Marina, sobre lo que le toca vivir cada vez que sale de fiesta con sus amigos.
La situación ha llegado al punto de que siempre se cruza con individuos/as que buscan la discusión fácil con ella para grabarla y publicarlo en redes. Por otro lado, Rivers ha destapado la existencia de los deepfakes, fotos editadas que cogen de su perfil con el fin de editarla y mostrarla desnuda:
"Son grupos de Telegram que tienen 20.000 personas", explica la diva, quien no es la única víctima de esta iniciativa: "Hay listas con todas las influencers de España que ponen nuestra cara en imágenes de actrices porno", sentencia.