No hay fiesta gay sin escuchar un "¡Ay maricón!", sin pedirle al DJ algún hit mítico de Eurovisión, sin hacer mención a algún meme de 'Sálvame' (como el de la noche de pasión de Chelo García Cortés y Bárbara Rey) y sin vitorear todos a una alguna canción de Alaska a modo de himno. Bueno, al menos, así era hasta ahora. La cantante ha concedido en exclusiva una entrevista al portal 'Shangay' de la que se ha sacado un titular que no ha terminado de hacer gracia al colectivo LGTBI+. Lo siento, Olvido, pero hay más polémicas para ti.
Con motivo del Anuario 2021, la artista emblema de 'La movida madrileña' se ha sentado a charlar con Nacho Fresno sintiéndose intocable por su condición de "icono gay" desde que tenemos conciencia colectiva (nunca mejor dicho). Sin embargo, al igual que el ministerio a Máxim Huerta o la paz en la casa de las Campos, esto podría durarle más bien poco a Alaska tras sus últimas polémicas declaraciones.
"Me gusta creer que somos individuos, no un gran colectivo en el que todos somos iguales y pensamos igual", declaraba Alaska confundiendo el término "colectivo" con "grupo de borregos" (que hay algunos que también somos de Terelu) en vez de entender la palabra como ese rasgo común por el que un grupo de personas de moviliza para alcanzar metas como la igualdad, el fin de la homofobia o la erradicación de la violencia machista (entre otras muchas luchas).
Estas palabras han abierto el debate entre las personas del colectivo LGTBI+ que tan afines se han sentido siempre con el ADN artístico y humano de Alaska: "Gracias a la colectivización se han conseguido la mayoría de conquistas sociales, sobre todo dentro del colectivo LGTBI. Tratar a estos como si de un rebaño se trataran, y no de personas con intereses afines...", escribía un twittero indignado con la postura de la ídola de masas.
Pues deja de actuar en las fiestas de colectivos cuando te conviene meterles la mano en el bolsillo. https://t.co/2li4iwkHb0
— Christo Casas 🍉 (@christocasas) December 30, 2021
"Pues deja de actuar en las fiestas de colectivos cuando te conviene meterles la mano en el bolsillo", publicaba otro de los menos afines a la postura de la cantante que va a tener que empezar a hacerse un hueco entre negacionistas, terraplanistas, amantes de Pokémon o algún otro colectivo que la acoja para que sus canciones sirvan de banda sonora.