Paz Vega, mujer todoterreno, una ciclogénesis explosiva de talento (como buena Catrina), se estrena el próximo 24 de mayo como investigadora de la segunda temporada de 'Mask Singer' tras el engaño que nos metió este lunes Antena 3 en parrilla colocándonos un especial de 'Conoce a las máscaras', un timo para salvar los muebles frente a la contraprogramación de Telecinco.
Fuimos muchos los pringados que confiábamos en Atresmedia, nos creímos que iban a estrenar por fin el talent-show favorito de los que se quedaron con ganas de carnavales el año pasado y de los criminólogos en paro, que por fin pueden investigar qué famoso perpetra grandes éxitos de la música bajo un disfraz muy currado.
La actriz ha aprovechado el tirón del programa revelación de la temporada para conceder una entrevista en exclusiva al glamouroso portal del cancaneo 'Vanitatis', que son como el 'Polo Ralph Lauren' de la prensa digital del salseo mientras que nosotros somos el 'Bershka', para que nos entendamos. Más del pueblo, más de la gente... Mientras que ellos son de Carmen Lomana y nosotros probamos 'Los Sabores de la Esteban', eso es así.
Durante esta charla con la revista, Paz ha desenmascarado (mira qué bien traído, por lo de 'Mask Singer') al magnate Harvey Weinstein, el productor de cine en Hollywood que ha sido denunciado por numerosas actrices debido a su repugnante vulneración de la dignidad de las mujeres que han trabajado con él. Un depredador sexual convicto, en definitiva.
"Sobreviví a más de un encuentro con Harvey Weinstein. Era un secreto a voces cómo operaba este señor. Lo importante es que, a partir del testimonio de algunas de sus víctimas, ha habido una revolución feminista y se han visibilizado los abusos que sufren las mujeres en cualquier ámbito laboral. Me siento afortunada de vivir en la era #MeToo", ha compartido con generosidad Paz Vega, reviviendo el mal trago que debe haber sido experimentar de primera mano cómo se las gastaba este señor (por llamarle de algún modo).
Harvey Weinstein es un condenado, literalmente. Tal y como informaron nuestros primos hermanos especializados en cine y series, 'Espinof.com', un juez de la Corte Suprema sentenció en marzo de 2020 que el productor debe pasar 23 años en una prisión del estado de Nueva York.
Una batalla ganada por parte del movimiento #MeToo que no es un Pokémon legendario que habla, sino la legendaria marea feminista que se inició a raíz de las denuncias públicas de las víctimas de este abusador y fundador de la productora y distribuidora 'Miramax'.
