Las revistas del corazón que huelen a papel recién salido de la imprenta (la fragancia oficial del salseo) son la repanocha. La revista 'Semana', por ejemplo, es una de las que ha captado las primeras imágenes de Esther Doña pelando la pava con un empresario, destacándolo de la siguiente forma: "vuelve a sonreír de la mano de un amigo [...] durante la velada se pudo apreciar la maravillosa sintonía que existe entre Esther y su amigo Alberto, que no dejaron de intercambiar confidencias al oído, continuas bromas y gestos cariñosos".
No me digáis que no son para desorinarse este tipo de textos. Me encantan. ¿Pero quién dice hoy en día "intercambiar confidencias"? Nadie, a no ser que seas asesor del amor de 'MyHyV'. El caso es que las fotos sí que delatan una amistad especial entre la viuda del marqués de Griñón y Alberto del Valle Zaramaya, un empresario de éxito de 42 años que ha respondido a ABC con una bordería que solo se pueden permitir los ricos y los guapos: "No soy un personaje público. Esther es vecina de mi urbanización. No entiendo muy bien por qué me preguntas".
Pues yo te respondo a esa pregunta sin problemas, crack: porque he visto a niños pequeños coger con menos entusiasmo su primer 'Calipo lima-limón' del verano que tú a Esther Doña... Es que atención cómo lo mira en esta foto de Instagram... ¡Aquí hay tema... pero vamos! Además, tal y como cuentan los periodistas especialistas en shippeos de 'Semana', ambos comparten aficiones como la equitación, el flamenco y el morbo por que les vean abrazándose en público.
Esta misma semana, la malagueña también ha concedido una entrevista a '¡Hola!' con unas fotografías a la altura de los mejores fotogramas de 'Downton Abbey' en un súper castillo. En estas páginas rebosantes de glamour, pomposidad y modelitos de señorona elegante, Esther ha relatado cómo ha vivido su año más duro por las pérdidas de su esposo y de su padre: "ha sido horrible, nunca hubiera pensado tener que despedir a mi padre tan pronto [...] A Carlos lo recuerdo en cada momento, está en todo lo que hago y hablo muchísimo con él. Le consulto todo, como hacía siempre".
Cuando preguntan a doña Esther Doña por el amor, ella parece responder pensando en su amigo Alberto (al que los más allegados llaman Tuño, pero creo que la prensa no estamos incluidos en ese grupo...): "Ojalá volver a enamorarme. Soy una enamorada del amor, una persona que necesita una pareja. Cuando uno está enamorado todo es más bonito", ha revelado Esther mientras que le salía un bocadillo de pensamiento (como en los dibujitos) con la imagen del empresario divorciado con el que se va de cañas por 'la urba' donde ahora vive tras haber dejado la vivienda conyugal.
Imágenes | GTres