El entramado de chuchillos voladores de 'La que se avecina' ha vuelto para quedarse. El team de propietarios cotillas ha dejado atrás a Mirador de Montepinar y ha plantado el huevo en la calle de Conturbernio,49 pero sus devenires son los mismos: grescas, intercambios de fluidos clandestinos y mucho salseo.
Si algo no ha regalado la temporada 13 de la ficción telecinquera, es el retorno de Nacho Guerreros como Coque Calatrava. Nuestro portero favorito, con todos los respetos a Emilio Delgado (Fernando Tejero) y a su portería de medio metro en Desengaño, 21, lleva en el proyecto desde el primer capítulo y guarda en su diario de la 'Súper Pop' mil y una anécdotas en él.
Ahora, el intérprete ha concedido una entrevista para el podcast 'Animales Humanos' donde ha destapado el principal inconveniente que le ha ocasionado desempeñar su papel tantos años: el encasillamiento: "Pasa con la gente de la profesión. Te identifican tanto que dicen: 'este no, cómo está ahí no podrá hacer otra cosa'. Y yo no soy Coque, no tengo nada que ver con ese señor. Es un personaje que ha salido de los guionistas", explica el riojano, haciendo mención al ataquito de pánico que experimentó cuando los hermanos Caballero le contrataron:
"Llegar ahí con esos actores… Me temblaban las piernas porque yo era fan de 'Aquí no hay quien viva'. La noche anterior pensé: 'Voy a decir que no porque lo voy a hacer muy mal' y… Menos mal que no lo hice".
Por otro lado, Guerreros no se ha mordido la lengua a la hora de opinar sobre los haters que ponen de vuelta y media a la serie. Recordemos que fue hace poco más de una semana cuando criticaron el personaje de Yolanda Morcilla (Miren Ibarguren) por utilizar un disfraz de persona obesa en su trama:
"No saben lo que es una sátira, ni una ironía, ni nada. Ellos se dedican a opinar y a escupir mierda. Su vida es muy triste, entonces necesitan criticar al que está trabajando. Trabaja, paga impuestos, vive la vida y deja a la gente en paz", sentencia.