Son tiempos duros para Mila Ximénez. La vida, a veces, toma los colores de una historia triste, mala, que mejor dejar atrás. El cáncer, la quimioterapia, el estar lejos de su familia... "Lo he intentado. He intentado mantenerme firme y no doblarme ante mi enfermedad para hacerla menos visible. Pero he petado", asegura esta semana en la revista 'Lecturas'.
Es difícil, casi imposible, ponerse en la piel de Mila en unos momentos tan complicados. A pesar de luchar día a día, asegura que la fuerza y el positivismo no siempre es suficiente, y ahora "me he sumido en una oscuridad absoluta".
"He tenido una semana sin ganas de seguir luchando, porque la lucha significaba un esfuerzo sin tregua para normalizar el día a día en la anormalidad", cuenta en exclusiva para la revista. "Pero al final, aunque los que me rodean me están dando fuerzas, estas se quedan debajo de mis sábanas y tengo que responder levantándome y sacando ánimos donde solo tengo desesperanza y miedo".
"Hay días en que abrir los ojos me daña el alma porque me enfrento de nuevo a esta realidad que estoy viviendo y quiero seguir en el limbo del sueño", cuenta, abriéndose en canal como pocas veces lo ha hecho y haciendo visible una realidad: el derecho a estar mal.
Aunque, a pesar de estos tiempos tan difíciles, "alguien se ha incorporado en mi vida y me hace muy feliz". Ese 'nuevo amor' del que habla se llama Ova y "es mi nueva mascota".
Mila Ximénez nos presenta a su 'nuevo amor' #ExclusivaLecturas #Exclusiva https://t.co/srPc4S2210 pic.twitter.com/ysJKuUGvvw
— Lecturas (@Lecturas) December 9, 2020
Una nueva compañera que ha llegado a su vida para darle unos matices un poco brillantes: "Ova es pequeña, pero ocupa un espacio enorme en mi casa. Acaba de llegar y consigue cada mañana sacarme una sonrisa cuando los dolores me confinan en la cama", explica.
Porque la solución a los problemas, a las hostias de la vida, no es ser fuerte, sino dúctil. Poder deformarse sin llegar a romperse. Y Mila, de eso, sabe un rato.
Fotos | GTRES
