Miguel Bosé ha salido del búnquer de la conspiranoia donde vive desde que salió del armario del negacionismo (donde tiene como portera a Victoria Abril, otra creyente de su teoría) para volver a conceder una entrevista a La Sexta, cadena en la que no se veía desde su famoso encuentro con Jordi Évole. El cantante ha querido promocionar la primera parte de sus memorias ('El hijo del Capitán Trueno'), donde narra cómo fue su infancia junto a su padre, pasando de puntillas por los temas más polémicos de su historia reciente como el coronavirus, algo que no ha consentido Cristina Pardo.
La presentadora de 'Más Vale Tarde', la gemelier en Atresmedia de Sonsoles Ónega, ha querido saber si el cantante se encuentra mejor que cuando tuvo su encuentro con su compi el exfollonero: "¿Te ves con fuerza? Porque a Jordi Évole le contaste que habías tenido problemas con la voz", preguntaba con cierta ironía Cristina siendo consciente de que su sonido sigue siendo como si se acabara de tragar la piedra ardiendo de una cachimba.
Para Miguel Bosé, el nombre de cierto presentador de La Sexta 'no debe ser nombrado', es su Voldemort particular (aunque en realidad es él quien lo parece): "¿Jordi quién? ¿Quién es?", se hizo el sueco Bosé, que en realidad es medio español, medio italiano, medio del plante Júpiter.
A Cristina Pardo se le escapó la risa y tiró de simpatía para no provocar un face to face a pocos minutos de comenzar la entrevista: "Bueno, los espectadores de La Sexta sí le conocen", contestó no sin que el que sabe hacer café mejor que nadie (incluso mejor que George Clooney) la mandara, literalmente, a hablarle a los espectadores del presentador y no a él.
El dilema de un cantante que no tiene voz ni ganas de hablar de nada
Miguel contestó a Pardo sobre su estado de salud con una de esas preguntas cuya respuesta, en caso de optar por la verdad, está abocada al fracaso como un '¿tú me quieres?' o '¿qué tal me sienta esto?'. En su caso fue un "¿Cómo me ves la voz ahora?" de lo más incómodo, sobre todo tras afirmar que los periodistas "no somos gente".
"Creo que mejor que en el programa de Évole", contestó Pardo sin mentir pero tampoco sin decir la verdad porque es más que evidente que Bosé suena como un suspiro en un huracán. "¿Vas a dar conciertos?", insistió Cristina intentando que fuera él quien se autodiagnositicara que tiene menos voz que un tronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' en un congreso de científicos.
El hijo del Capitán Trueno (F. COLECCION)
Bosé, acumulando más rabia que un mono salvaje al ver a Frank de la Jungla, le soltó la primera coz oficial de la tarde a la periodista, a la que acusó de no haber acudido a su última revisión de GAES: "¿Solo crees? ¿Cómo oyes la voz? ¿Mejor? ¿No bien? Pero serás... Estás sorda. No quieres dar tu brazo a torcer. No dan su brazo a torcer ni así los maten", acuñaba acogiéndose una vez más a su teoría de que el mundo gira en su contra, favoreciendo siempre su lado menos bueno (porque seguro que, para él, los dos lo son).
Se levanta y se va cual colaborador de 'Sálvame' cabreado
Grandes referentes como Belén Esteban o Lydia Lozano, cuando amortizan un cabreo para salir enfadadas del plató de 'Sálvame' y llegar antes a casa, o incluso Esperanza Aguirre durante su último encuentro con el mejor amigo de Bosé (Jordi Évole) han usado el 'me levanto y me voy' como recurso audiovisual para viralizar sus momentazos televisivos. Un artista como el 'Super superman' no podía ser menos y ha acabado largándose de su entrevista con Cristina Pardo.
"Voy a terminar y no te he preguntado por el coronavirus. Ya que te tengo aquí...", metía la patita la presentadora en el cesto donde guarda los huevos ecológicos Miguel Bosé. El cantante sin voz (que es como un carpintero sin martillo o un alcalde de Madrid sin chascarrillos sobre su soltería) se ha negado a abrir el cajón del negacionismo alegando que "viene aquí a hablar de su libro".
Ante la insistencia de la que se la ha liado 'Pardo', el cantante ha acabado levantándose (con cierta dificultad) y cogiendo puerta, olvidando que Cristina tenía un libro en la mano que inconscientemente le ha regalado (y que seguramente vaya a vender en Wallapop por dos duros): "Qué pena... Hasta la próxima. Esperaba que no hubiese tanta trampa", se despidió Bosé antes de acabar la entrevista.