A José Ortega Cano no se le llama "maestro" por sus dotes para el toreo, sino por ser un auténtico master de la seducción. Tras los últimos acontecimientos con su mujer Ana María Aldón, que se ha ausentado de su trabajo y de su casa por "prescripción médica" (según contó Emma García este fin de semana en 'Viva la vida'), y su maniobra de abandonar su domicilio para acompañar al novillero que apodera con una maleta, podríamos llegar a pensar que el viudo de la Jurado ha perdido sus dotes: pero nada más lejos de la realidad.
Os ponemos al día. Ana María desaparece para desconectar tras la llamada de Ortega Cano a Gloria Camila en 'Ya son las ocho' pidiendo que le dejen al margen de sus polémicas familiares. Ella habla con Carmen Borrego y esta revela en 'Sálvame' que la Aldón se siente en menos consideración dentro de su familia que hasta la mujer del hogar, Marina. Reivindica que Gloria Camila no le da su lugar y, al parecer, el maestro tampoco.
Después de que Anne Mary se haya tirado dos semanas de desconexión wi-fi de problemas en Cádiz tras los rumores sobre la 'crónica de una separación anunciada' que atraviesa el matrimonio, la colaboradora se disponía el pasado jueves a volver a su casa de Madrid para volver a estar con su familia y hacer frente a sus asuntos personales.
Por sorpresa para todos los periodistas que hacían guardia en la puerta de su casa, una hora antes de la llegada de la Aldón, Ortega Cano se despedía de su hijo para subirse al coche de su apoderado: el joven diestro Álvaro Burdiel. ¡Y con una maleta! Un gesto que retrasaría el reencuentro entre el torero y Ana María y que podría haber sido pactado entre ambos para así no coincidir en casa.
Acompañado de su sobrino Paco, Ortega Cano ha asistido a la plaza de toros de Las Ventas para cumplir con su agenda taurina tras el supuesto reencuentro con Ana María. Allí, rodeado de cuernos y trajes (que no bares) de luces, José ha soltado la bomba con la que intenta reconquistar a su mujer: "Son ustedes unos pesados, unas pesadas. Eso no se pregunta porque son cosas personales. Estoy divinamente y estoy enamoradísimo", ha dicho antes de dar un portazo en el coche en el que se ha subido.