Luis Tosar anoche estuvo en 'El Hormiguero' para presentar su última película, 'Maixabel'. Y es que cómo nos gusta el Tosar, que es uno de esos actores a los que te dan ganas de aplaudirle todo el rato... y de sacar una pinza de depilar por si en algún despiste puedes meterle un pinzazo en la ceja.
El film —cómo nos gusta también esta palabra, tan europea, tan almodovariana: film— está basado en hechos reales y narra el encuentro de Maixabel Lasa, una viuda cuyo marido murió a manos de ETA, con dos etarras que están encerrados en prisión.
Para prepararse el papel y conocer la historia de primera mano, Luis Tosar contó a Pablo Motos cómo fue su reunión con Ibon Etxezarreta, el etarra al que encarna en la película. "La primera vez que nos encontramos, la noche anterior evidentemente no dormí. No sabes lo que te vas a encontrar", comenzaba explicando.
Únicamente había tenido un contacto previo con él "a través de terceras personas". Terceras personas que eran la directora, Icíar Bollaín, y la guionista, Isa Campos, que ya se habían entrevistado con él.
"Estaba aterrorizado, porque no sabía qué tipo de persona me iba a encontrar. Jamás se me había planteado la posibilidad de encontrarme con alguien que ha estado ahí", continúa relatando a Pablo Motos. Y mira si resulta interesante, que hasta el presentador está escuchando.
"Me encontré con una persona que claramente no tenía mucho que ver con la que era en el año 2000, cuando asesinaron a Juan Mari", desvela, recordando el asesinato del marido de Maixabel. Durante su conversación, comenzó a darse cuenta de que estaba ante "una persona que ha sido capaz de darle la vuelta a la tortilla en su vida de manera radical, que se ha dado cuenta de las atrocidades que cometió, capaz de arrepentirse, de pedir perdón, y capaz de iniciar un nuevo camino intentando aportar lo que pueda para que esto no se pueda repetir".
Y entonces la pregunta del millón: ¿sería capaz Tosar de ponerse en la piel de Maixabel y encontrarse cara a cara con los asesinos de un ser querido? "No lo sé. Admiro mucho a Maixabel por lo que ha hecho, creo que es tener una humanidad casi inabarcable. Yo no sé si podría superar ese dolor y el odio que seguramente sentiría en ese momento. Y respeto al cien por cien a la gente que ha tomado la postura de no encontrarse con ellos jamás. Es un proceso muy personal", concluye.