Kim Kardashian ha roto POR FIN su silencio y ha hablado de su ex amante bandido Kanye West. Es raro el día que el nombre del rapero no protagoniza los titulares de la prensa cotilla. Fue a principios de diciembre cuando el artista espetó perlitas antisemitas de la talla de:
"De este tipo [Hitler] que inventó las autopistas e inventó el mismo micrófono que uso como músico no puedes decir en voz alta que alguna vez hizo algo bueno y estoy harto de eso. Me he cansado de las clasificaciones (...). No me gusta la palabra 'maldad' al lado de los nazis. Amo a los judíos, pero también amo a los nazis (...) Lo que pasó no fue un Holocausto, miremos los hechos sobre eso. Hitler tiene muchas cualidades positivas".
Por lo que nuestra queridísima Kimberly está hartita de callarse y ha parloteado sobre lo complicado que le resulta compartir la paternidad de sus retoños con West: "La crianza compartida es difícil. Es realmente jodidamente difícil", ha confesado para el podcast 'Angie Martinez IRL'.
"Tuve el mejor padre, tuve los mejores recuerdos y la mejor experiencia y eso es todo lo que quiero para mis hijos mientras puedan tener eso", relata la empresaria. Motivo por el que ha derramado sangre, sudor y pestañas postizas para que sus peques no se enteren de las noticias que figuran de su ex marido: "Definitivamente lo protegí y lo seguiré haciendo a los ojos de mis hijos. En mi casa, mis hijos no saben nada de lo que pasa en el mundo exterior… Estoy pendiendo de un hilo", añade.
De hecho, es la protección que Kim le guarda a sus churumbeles lo que ha hecho que NUNCA critique al papi de estos públicamente, y mira que le ha dado motivos: "Algún día, mis hijos me agradecerán por sentarme aquí y no atacar a su padre cuando pude. Toda la locura. Me lo agradecerán y responderé en privado cualquier cosa que quieran saber", zanja.