La entrevista que Kiko Rivera ha concedido a 'Lecturas' (quién nos iba a decir que algún día diríamos 'lectura' y 'Kiko Rivera' en la misma oración) está dando mucho de sí, motivo por el cual Mila Ximénez estará retorciéndose de placer en su casa, pero no solo porque a la colaboradora de 'Sálvame' le guste el salseo que suelta el pollo que le ha montado el DJ a la Pantoja (¡Qué va! ¡Para nada!), sino porque su entrevistado ha puesto al tito Agutín a caldo (por gallina blanca).
Más allá de las anecdóticas excentricidades de vago que tenía Agustín Pantoja en Cantora como que, cuando Kiko hacía fiestas, ponía a sus invitados a cargar garrafas de agua ("¡Tito, son mis invitados! Si quieres una puñetera jarra, vas tú!", le decía según ha contado en la revista citada), el pequeño del alma ha acusado al tito clandestino de no haber querido sacar a su hermana de la cárcel: "Quiero pensar que él no podía hacer nada, pero tengo mis dudas, mi madre lo puso al mando [...] Creo que pudo hacer más, es mi opinión", ha declarado.
Kiko ha continuado retratando al misterioso Agustín, ese del que dijo en 'Cantora: la herencia envenenada' que no era de fiar desde el momento que no se acepta a él mismo como es (aludiendo indirectamente a su homosexualidad): "¡A lo mejor he sido un pequeño estorbo entre él y mi madre y ahora es cuando están a gusto! Quería quedarse solo con mi madre y manejarle", ha continuado diciendo el hermano simpático de Cayetano y Fran Rivera.
El hijo de la tonadillera ha revelado que, cuando Isabel Pantoja llamó a 'Sálvame' para hablar de su hermana, su madre tuvo que encerrarse cual Rapunzel de la raza calé en su torreón: "Mi tío aporreaba la puerta y ella no le abría. Con tu edad, ¿tienes que encerrarte para hablar por teléfono? ¡Cuando solo te importa el dinero las cosas van a salir muy mal!", ha dicho Kiko Rivera dando a entender que o Agustín pensaba que una panto-llamada tiene un precio, o que, como rácano oficial de la calderilla de Cantora, estaba preocupado porque la tarifa plana que han contratado no incluía llamadas gratis a Telecinco.
Rivera ha utilizado su entrevista bomba con Mila para recordarle a tito Agustín (el botones de su madre, siempre lleva una maleta) que está viviendo en SU casa ("¡Esta es MI casa!", como diría su madre) y no descarta echarlo de Cantora en cuantito su abuela falte: "Tendríamos un conflicto. Creo que será un punto de inflexión cuando mi abuela no esté [...] Mi madre tiene un problema grave cuando antepone a su hermano a su hija. Aquí hay gato encerrado. ¡Tiene miedo de algo!", comentaba haciendo alusión al 'salta la valla' que se tuvo que tragar Isa Pi.
Kiko, a pesar de despotricar de su tío como una influencer de lo que le dura la batería del móvil, se siente muy decepcionado con él ya que, según relata, Agustín ha sido como su padre, al que le contaba todos sus secretos, pero ha sido gesto tras gesto cuando fue cayendo esta figura paternal por su propio peso, incluso le llegó a decir que quitara la canción del DJ que pinchó en el cumpleaños de su madre. "Es mi tío Agustín el que le dijo a un amigo de la familia que aquí ya no hay nada que hablar, que ya no somos familia", tal u como reveló el día de la famosa cabalgata de los Reyes Covid Magos.
Mila Ximénez ha apelado a Kiko preguntándole como es la relación de Isabel y Agustín Pantoja, que nunca la ha llegado a entender. Paquirrín le ha contestado lo siguiente: "Mi madre y mi tío son más que hermanos. Él es el pequeño, es amor casi de madre e hijo", ha revelado Rivera que no ha dudado en afirmar que al tito Agus le fortalece que la tonadillera esté indefensa, porque adquiere importancia con respecto a ella y porque difumina su situación como "mantenido", tal y como le ha definido en distintos puntos de la entrevista.
Fotos | GTres y Lecturas