Desde hace unos meses, especialmente a raíz de la tercera entrega de 'Cantora: la herencia envenenada', conocemos la existencia de una marciana minoría digna de protagonizar varios capítulos de 'Black Mirror': los fanáticos de Isabel Pantoja. Un grupo tirando a "secta", tal y como la han calificado varios medios, capaz de gastarse los billetes en agasajar a los habitantes de Cantora con décimos de lotería para empapelar Medina Sidonia entera, llevándoles regalos, jamones e incluso haciendo una colecta para reformas en su finca, el epicentro del salseo, y sin ni siquiera exigir una placa conmemorativa como en las iglesias.
Kiko ha reconocido en 'Domingo Deluxe' haber recibido amenazas de los adeptos del 'Palmar de Cantora', que han llegado incluso a desearle la muerte a sus hijas Ana y Carlota. El hijo de la Pantoja asegura haber sentido vergüenza muchas veces por el comportamiento de su madre: "Ella no siempre ha sido así, había una época en la que era simpática, alegre, divertida, buena gente en resumidas cuentas, pero llega un momento en que las trata mal, las mira por encima del hombro y esto, a menor escala, a veces también es un comportamiento de mi prima Anabel", ha declarado.
Y es que Kiko ha calificado de "bochornoso" el comportamiento de su madre con sus seguidores, a los que llama "amigos", algo que le resulta imposible de entender ya que él (como la mayoría de gente cuerda) sería incapaz de tener invitados en un estado de esclavitud (y sin darlos de alta en la Seguridad Social, por su puesto): "¡Que los ha puesto a pintar Cantora, tío! Lo que me impacta es que ellos están encantados. Es un mundo de locos. Como esas, hay muchas" le contaba a Jorge Javier Vázquez flipando en colores todavía.
El DJ ha asegurado que en numerosas ocasiones ha tenido que llamar a sus invitados, cuando ya habían dejado la finca de explotación, para disculparse con ellos por el abuso de la abnegación fanática por parte de su madre y tito Agustín: "Ha habido veces que he tenido que hablar con gente que ha pasado por casa para pedirles perdón por cómo las trataba mi madre. A veces venían fanáticas de Isabel Pantoja y mi madre las ponía a trabajar. Yo no lo entendía", aseguraba el pequeño del alma que se esconde bajo la gorra.
Kiko Rivera, dando síntomas de tener cierta edad, ha continuado con sus batallitas y dibujando el perfil de altanera de Isabel Pantoja que todos conocemos, de hecho, la ha definido como "soberbia": "¿Os acordáis del restaurante 'La Dorada'? Acababa de salir la ley de que no se podía fumar en sitios cerrados. Hace años, iba a entrar yo en 'Supervivientes'. Vamos con Rafa Mora a comer y mi madre entró fumando al restaurante. El maître le dice 'Señora Pantoja, aquí no se puede fumar', entonces mi madre se quita el fular que siempre llevaba y le dice 'YO SÍ'. Yo no sabía donde meterme, fue bochornoso", relataba Paquirrín sintiendo aún cierta vergüenza ajena, como cuando ves las presentaciones de los solteros de 'La Isla de las Tentaciones'.