Rafael Amargo nos concedió el pasado mes de agosto una entrevista en EXCLUSIVA a Poprosa.com y no sólo nos regaló frases como "Mira, hija mía, metro y medio que mides. Bájate un poquito al suelo porque vaya que quieras cagar en alto para ver la mierda pegar el salto" dirigiéndose a su enemiga íntima María Patiño sino que también defendió su inocencia pataleando sobre todo el sistema que, según nos contó, estaba orquestado para perjudicarle.
El bailaor nos juró y perjuró que él nunca había traficado con drogas, sin embargo, el juez titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha concluido su investigación determinando que hay indicios (y drogas) de sobra para acusar a Amargo de un delito contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas, y otro de pertenencia a grupo criminal siendo considerado "el cabecilla de la trama" que usaba mulas para hacer llegar "la cosa fina" a sus clientes.
El letrado ha cerrado el caso certificando que el domicilio donde residía Rafael Amargo antes de mudarse a la casa donde nos recibió junto a su novia Luciana era el centro de operaciones, la sede de su particular 'Inditex' de droguis. El epicentro de "la diversión" y "la celebración", que era lo que alegaba él en su defensa cuando le preguntábamos por el bodegón incautado, se encontraba en la calle de la Palma (Malasaña) y tuvo su mayor apogeo de actividad ilegal durante el confinamiento, según ha ratificado el Juez.
El bodegón que fue incautado en la casa de Rafael Amargo cuando se produjo su detención - La Sexta
Según cuentan algunos medios como 'El País', para el Juez ha sido fundamental diferenciar las distintas funciones de los cuatro miembros de la banda para poder señalar su caso como de "pertenencia a grupo criminal". Se ve que uno se encargaba de poner el dinero, otro de la distribución (llegando a emplear servicios como el de Uber en cubierto) y él, seguramente, de machacar la mercancía a base de su buen taconeo.
Fotos |Poprosa.com y GTRES