En la cuenta bancaria de Joaquín Cortés debe hacer más frío que en el cumple de Pingu porque tiene los números tiritando. Hace poco salió a la luz que el bailaor no ha pagado el alquiler de su morada en Portugal y la cifra asciende ya a 20.000 euritos.
El Juaki (para sus coleguis) se instaló en un pisito de Lisboa antes del confinamiento para hacer los bizcochitos y las tartitas pandémicas típicas de la cuarenta en nuestro país vecino. Un medio de la zona, 'Correio da Manhã', sacó a relucir que Cortés llevaba 18 meses sin pagar el alquiler de su residencia.
El showman confirmó la noticia alegando que el arrendador le subió la renta por ser una celeb famosísima. Por su parte, el propietario alegó que nanay de la china, es más, afirmó que le hizo una rebaja de 400 pavitos al precio acordado en un principio, es decir, Joaquín tenía que pagar al mes 1200€.
Ahora, las camaritas han pillado al bailarín dándose un garbeo por las calles de Madrid y no han dudado en sacarle su dramita financiero: "Todo está bien, todo maravilloso. No tengo nada que decir sobre la polémica de la casa que tengo alquilada, ya están mis abogados en ello. Se va a aclarar todo" ha comenzado a decir el ex churri de Marisa Jara.
"Nada, todo está en manos de mis abogados y todo se va a arreglar rápido, así que no tengo nada que decir. Nosotros estamos más que tranquilos. No me afecta porque estamos todos bien, lo más importante es la familia. Y la familia estamos bien, a gusto y seguimos para adelante como todo el mundo", ha confesando el artista más tranquilo que después de salir de una sesión de tres horas de yoga y sin decir ni mú sobre los 20.000 euritos que le están exigiendo.