Una ex del nuevo amorcito de Tamara Falcó ha asegurado que Íñigo, si tiene algo en común con su novia, no es precisamente lo de reservar los domingos para ir a misa. Es más, lo de 'el día del señor' está únicamente destinado para el reposo del señor Onieva, que tiene que dormir la mona y extirpar la resaca a base de Ibuprofenos (consecuencia de las noches de desenfreno) y litros de agua. Al menos, eso es lo que ha relatado una ex de Íñigo Onieva para 'Socialité'...
"Es el típico chico de las discotecas que siempre está llamando la atención y que se cree el rey de la noche. Todo el mundo le conoce. Se le venir, siempre está rodeado de mujeres", ha comentado la que conoció a Íñigo en una App de citas para gente "guapa y rica". La despotricadora oficial del marqués de Griñón consorte ha continuando dando a entender que Onieva es el Rafael Amargo de la 'Jet Set', capaz de empalmar la fiesta del jueves con la del domingo siguiente y que es "un hombre muy fiestero y muy despilfarrador".
Aunque Íñigo es un hombre de negocios, en Instagram deja entrever que sabe divertirse explotando sus recursos a cascoporro, como pueden ser los barcos, las fiestas de disfraces o sus visitas a discotecas internacionales (Nueva York, Londres, etc). ¡Solo hay que ver la foto principal, que le faltan manos para atender a todas las chicas con las que mamonea!
"Él puede salir casi cada noche. De jueves a domingo está cada día de fiesta [...] Le gustan las mujeres no artificiales, pero sí explosivas que llaman la atención. Tamara Falcó no entra dentro de su prototipo de chica", añadía el testimonio dando a entender que el proceso de selección del madrileño es más exquisito que el de una película de Almodóvar.
Según lo pintan, las fiestas que frecuentaba Onieva (donde formaba "el show cada noche") no tienen nada que ver con las pijadas de Isabel Preysler con pirámides de bombones o con las fiestas de Halloween vestidas de Santa Teresa de Calcuta de Tamarita, sino que tienen bastante más que ver con la locura, con las entradas que incluyen consumiciones, y con arrimar cebolleta de forma obligada por aforo completo en los garitos. Vaya, que según esta chica, Tamara e Íñigo están juntos gracias a la pandemia, que tiene al joven chapado al sofá de su casa, que si no...
"¡Buah, tío, esto no sube!" A los cinco minutos... (cara de Íñigo Onieva)
