Carlos Navarro, conocido en televisión como 'El Yoyas', dio el salto a televisión en 2001 por su participación en 'Gran Hermano'. Programa del que fue el primer expulsado de la historia de forma disciplinaria. En la casa fue cuando conoció a su ahora exmujer, Fayna Bethencourt.
A finales del pasado año fue condenado a casi 6 años de prisión por 7 delitos —6 de ellos contra Fayna y sus 2 hijos, menores de edad; y otro contra la nueva pareja de ella.
Ahora Fayna ha pasado por 'Sálvame' para relatar cómo fueron sus años más oscuros junto a su ex: "Empezó todo muy bonito. Este tipo de personas no llegan y te insultan a la primera. Por mucho que tuviera un carácter un poco chulesco, había momentos muy bonitos y había cosas muy bonitas. Siempre es una de cal y una de arena. Vivimos cosas muy bonitas". Y entonces, cuenta, "pasas por alto" el lado feo, para compensar.
"He tenido miedo de morir. Esta persona es la única persona a la que he tenido miedo. Y he temido por mi vida. Cuando te esta agrediendo y sabes que no te va a soltar... Tuve suerte ahí, hay muchas mujeres que no la han tenido", explica.
"Estuve anulada durante 16 años", sentencia. Porque, como ella misma explica, "en el momento en que tú intentas controlar lo que dices y lo que haces para que la otra persona no se enfade, dejas de ser tú misma". Y fueron años de agresiones psicológicas y físicas. Sobre estas últimas, asegura que Carlos le agredía "en lugares que no se veían a simple vista. Hay muchas mujeres que saben de lo que estoy hablando". "Se me ha llegado a decir: 'Vas a salir con las piernas por delante de aquí'", añade.
"Los celos no son amor. Él me controlaba con el móvil, sabía las contraseñas de mis redes, un control absoluto...", ha recordado. Añadiendo, además, cómo intentó separarla de su círculo: "Es de lo primero que hacen, aislarte de tu entorno. Dejé de hablar con mis amigos y amigas porque sabía que le molestaba que lo hiciera".
GTRES | Fayna Bethencourt y Carlos Navarro
¿Cuándo se dio cuenta de que debía decir basta? "Sentimentalmente fue durante un episodio más violento de lo normal. Fue en esa ocasión cuando se rompió lo que sentía por esta persona", cuenta. "Y aún así seguí conviviendo con él durante cuatro o cinco años más", añade.
Fueron sus hijos, de 11 y 14 años, los que contaron a los padres de Fayna qué era lo que sucedía: "Yo nunca quise que se enteraran".
"Yo soy tan afortunada que de lo peor que me ha pasado en mi vida he sacado lo mejor que tengo", asegura. Ahora su vida ha cambiado. Tiene una pareja con quien compartir su vida: "Descubrí lo que era tener una relación sana. Cada día era una sorpresa".
Quería utilizar su paso por el programa para poder ayudar a aquellas mujeres que están pasando por lo mismo, así que acaba lanzando un valiosísimo mensaje: "No vale la pena perder la vida con una persona que no te hace feliz".