Tras el trampantojo (esos que puso de moda la Pantoja con sus trampas a su hijo Kiko) de 'Socialité' el pasado lunes en el 'Acces Prime Time', que es como los entendidos televisivos llaman al horario que ocupa Pablo Motos en su programa donde hace alarde del dineral que tiene, el programa de María Patiño se ha puesto las pilas y nos ha traído el contenido jugosito que merecemos: Rafael Amargo llamando de todo menos bonita a la presentadora.
La reportera del programa telecinquero, que es como el 'Hola Corazones' de Anne Igartiburu pero como si lo hubieran comprado de rebajas en el 'Bershka', ha pillado a Rafael Amargo en la salida de su espectáculo 'Yerma', donde su detención policial por presunto tráfico de drogas y organización criminal solo le hace taconear con más rabia y fuerza que nunca.
En este instante, el bailaor ha querido agradecer a Belén Esteban, Kiko Matamoros y Antonio David Flores su buena labor en 'Sálvame', coincidiendo (casualmente) con que son los que suelen lanzarle un capote en su "amarga" situación. Sin embargo, cuando Giovanna González, que fue recibida con violencia anteriormente por su padre, le ha preguntado por María Patiño este ha dicho que "a la de la vena... es que ni la nombro".
Nuestra reportera Giovanna González ha sufrido un tenso momento, en directo, con el padre de Rafael Amargo 😱 #socialité395 https://t.co/8n5hGXdJUt
— SOCIALITÉ (@socialitet5) December 5, 2020
Tiene coullons que se refiera a la Patiño por la vena... ¡Con el dineral que se gasta la pobre en bótox para quitarse ese San Benito! Pero el folclórico no se ha quedado en ese azote de indiferencia hacia la presentadora de Socialité, sino que ha querido taconear más sobre la imagen de la periodista... y sobre su vena, claro.
La reportera Giovanna ha podido saber que Rafael Amargo asegura que María Patiño le tiene rencor porque le negó una entrevista hace tiempo, aunque no ha concretado si se trataba de un 'PoliDeluxe' o una encuesta de cuando la periodista trabajaba como teleoperadora en 'Orange' y le interrumpía en sus supuestas orgías de cuatro días sin dormir. Eso no hay músculo intravenoso que lo aguante... Te lo digo yo y cualquier urólogo que se preste...
"¿Podrías hablar un momento con María Patiño?", le ha preguntado la periodista a pie de calle, a lo que Rafael ha dicho muy coqueto: "no tengo tiempo más que para mirarte a los ojos", refiriéndose a la clara mirada de Giovanna.
Rafael Amargo indicando con maestría donde tiene la vena la Patiño
"La belleza no se mide en los malos corazones, solo tengo tiempo para personas que tienen ganas de informar, no de deformar", ha continuado el bailaor acusando a la Patiño de ser la Ferran Adrià del periodismo del cancaneo por hacer deconstruciones de información y esferificaciones de lo que le sale del... "A las personas que tienen malas intenciones, mala sangre, ni las nombro. Esa señora no se gana el dinero honradamente", ha zanjado Amargo rematando su ataque a la presidenta del club de fans de Manuel Carrasco y colaboradora de 'Sálvame'.
La Patiño, por su parte, parecía estar llegando a su punto de ebullición del cabreo, como si estuviera siendo cocinada a altas temperaturas, vaya, al baño María.
A la presentadora se le veía fuera de lugar, como si en una película de romanos apareciera en 'Nikes' y con un patinete eléctrico... Lo único que ha hecho ha sido pedirle por favor a su compañera Giovanna que siguiera aguardando para abordar de nuevo a Rafael Amargo para preguntarle sobre su detención porque, como lo hiciera ella, iba a ser peor. Palabras textuales (o venales, según como se mire, si a la frente o a los labios...)
María ha deducido también de la actitud de Rafael Amargo que "esto viene del pasado por defender los derechos que yo creo que tenían sus bailarinas a las que él no había pagado y si por esto tiene que hacer referencia a mi vena, bienvenido sea", tal y como ha garantizado ella misma.
La presentadora ha asegurado que va a "seguir haciendo lo mismo", es decir, recopilando los capítulos de su historial de bombazos en los que el bailaor ha sido procesado por Hacienda o despedido por sus malos modos con sus compañeros de trabajo.
