Este episodio 9 de la docuserie de Rocío Carrasco ('Algo se derrumbó en mí') ha sido un grito ensordecedor a las autoridades judiciales, que tuvieron entre sus manos informes psicosociales donde letrados y gabinetes psicológicos del Juzgado de Menores de Madrid definían a Antonio David Flores como un manipulador y donde se le acusaba de instrumentalizar a sus hijos en contra de su madre y no hicieron nada para evitarlo.
Tras la brutal paliza con una nectarina como excusa del 27 de julio de 2012 y la posterior denuncia falsa que interpuso Rocío Flores autorizada por su padre contra Rocío Carrasco (a la que acusaba de malos tratos), 'la Niña' fue condenada por violencia doméstica y maltrato habitual a su madre durante los últimos tres años de convivencia con Rociíto.
Un escabroso episodio en su totalidad que, tal y como ha reconocido Rocío Carrasco entre lágrimas, sigue "matando por dentro" a la víctima que lo sufrió y por el que sus psiquiatras le han prescrito no tener ningún tipo de vínculo con su hija:
A mí no me duele tanto la paliza como el hecho de que ella (Ro) me quisiera meter en la cárcel. A mí la paliza no me duele, a mí me duele saber que una hija mía, que ha estado 9 meses dentro de mí y que la he parido yo, sea capaz de querer ver a su madre en la cárcel por algo que no ha hecho", ha reflexionado Rociíto dejándonos a todos boquiabiertos por la dureza a la que ha tenido que enfrentarse durante estos últimos 20 años en los que se la ha vilipendiado mediáticamente.
Rocío Carrasco no se siente preparada para poder superar que su hija, premeditadamente, disfrutara con su sufrimiento en cada una de las vistas judiciales y psicosociales, llegando a "mentir para conseguir cosas en su beneficio", tal y como recogía uno de los informes.
"No puedo mantener, muy a mi pesar, una relación con una persona que tiene a la otra persona al lado y con una persona que ha intentado meterme en la cárcel. No es que tu hijo te dé una paliza, que ya es, es que ha ido y me ha puesto una denuncia en connivencia con su padre. Lo ha premeditado, lo ha gestionado, ha tenido la capacidad suficiente para trazar con su padre una línea a seguir muy a mi pesar", admitía definiendo la actitud de su hija, en la que no ve absolutamente nada de ella, como una barbarie.
Por otro lado, Rocío Carrasco ha reconocido no poder abrir una vía de entendimiento con su hija mientras apoye a Antonio David Flores o, según la psicóloga Sònia Cervantes, hasta que no cuestione públicamente (y ponga los puntos sobre los AntonioDavíes) a su padre: "Por mucho daño hay algo que se pondrá recomponer pero partiendo de la base de que esa persona no esté ni en la vida de mi hija ni en la mía", continuaba nuestra 'Millennium' patria protegiéndose a sí misma y descartando un reencuentro con su hija.